Sheki es una de las ciudades más encantadoras del país y una parada obligada para quienes recorren la antigua Ruta de la Seda.
Rodeada por las montañas del Gran Cáucaso, combina historia, arquitectura tradicional y un ambiente tranquilo que contrasta con el dinamismo de la capital.
En este post te cuento qué ver y hacer en Sheki, dónde conviene alojarse, algunas recomendaciones prácticas y los motivos por los que esta ciudad se ha convertido en uno de los destinos más interesantes del norte de Azerbaiyán.

Indice de Contenido
Dónde está ubicado Sheki
Sheki se encuentra en el noroeste de Azerbaiyán, a unos 300 kilómetros de Bakú, en dirección a la frontera con Georgia. Está situada en las estribaciones del Gran Cáucaso, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, lo que le da un clima más fresco y agradable que el de la capital, especialmente en verano.

La ciudad forma parte de la histórica región de Sheki-Zaqatala, una zona montañosa conocida por sus paisajes verdes, sus pueblos tradicionales y su importancia dentro de las antiguas rutas comerciales que unían el Mar Caspio con el Cáucaso y el Mar Negro.
Además, su ubicación la convierte en una excelente base para seguir viaje hacia Qakh, Zaqatala o incluso Tbilisi (Georgia).
Cómo llegar a Sheki desde Bakú
Podes llegar a Sheki desde Bakú, viajando en autobús, tren o transporte privado. El trayecto suele tomar entre 4 y 6 horas, dependiendo del medio elegido.
En autobús
La opción más práctica es en autobús. Hay servicios frecuentes que salen desde la terminal de Bakú (ver ubicación en el mapa) hacia Sheki. El viaje dura unas 5 horas, y los vehículos suelen ser modernos y con aire acondicionado.
La terminal de autobuses de Sheki está relativamente cerca del centro (ver en el mapa), lo que facilita el acceso al casco histórico o a tu alojamiento.
En tren
Otra opción, más cómoda que el bus pero menos práctica a mi gusto, es el tren nocturno Bakú–Sheki, que sale desde la estación principal de la capital y llega temprano por la mañana. Es económico, seguro y permite ahorrar una noche de alojamiento. Los billetes se pueden comprar en la estación o en línea a través del sitio oficial de Azerbaijan Railways.
Una vez en Sheki, la estación de tren se encuentra a unos 7 km del centro (ver en el mapa). Vas a tener que tomar un taxi para poder acercarte a la ciudad.

En transporte privado
Si preferís más flexibilidad, podés optar por un auto alquilado o un conductor privado, lo que te permitirá hacer paradas intermedias en lugares como Ismayilli, Gabala o el Lago Nohur.
Consejo: la opción del autobús suele ser la más práctica para la mayoría de los viajeros. Los servicios salen de manera constante durante todo el día, el trayecto es directo y te deja a pocos minutos caminando del centro de Sheki, ideal si viajás con mochila o querés evitar traslados adicionales.
Qué ver en Sheki
Sheki es una de las ciudades más encantadoras de Azerbaiyán, con una arquitectura tradicional que parece detenida en el tiempo y un entorno montañoso que la envuelve por completo.
No es una ciudad grande y, de hecho, la mayoría de sus atracciones pueden recorrerse en un día. Aun así, hay lugares antiguos que merecen la visita.
Ciudadela amurallada
La ciudadela amurallada de Sheki es un recinto fortificado que domina la parte alta de la ciudad y funciona como núcleo histórico, sus murallas, torres y puertas delimitan un conjunto de edificios antiguos que valen la pena recorrer con calma.

Dentro del recinto, hay varias construcciones históricas, religiosas y civiles, que muestran la diversidad arquitectónica de la zona y que ayudan a entender la importancia estratégica y comercial de Sheki en siglos pasados.

Entre los edificios más llamativos están:
El Templo Redondo
El templo redondo es una construcción singular por su planta y sus proporciones que conserva vestigios arquitectónicos y decorativos interesantes.

Junto a él se suceden pequeñas casas históricas, talleres y dependencias que hoy albergan exposiciones, tiendas de artesanía o simplemente sirven como buen escenario para fotos.


Palacio de los Kanes de Sheki
Es, sin duda, la joya de la ciudad. Construido a fines del siglo XVIII, el Palacio de los Kanes de Sheki fue la residencia de verano de los gobernantes locales y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura azerí.

Su fachada decorada con mosaicos de vidrio de colores y madera tallada sin un solo clavo es impresionante, pero lo más asombroso está en el interior: vitrales detallados, frescos originales y techos decorados con escenas florales y geométricas.

Es una lástima que no permitan sacar fotos en el interior, pero aun así te recomiendo entrar, vale completamente la pena.
La entrada es económica y solo se puede visitar con guía. Conviene ir temprano en la mañana o hacia el final del día para evitar los grupos turísticos.
Consejos prácticos para visitar la ciudadela
- Entrá con tiempo para subir a las partes altas de la muralla y aprovechar las vistas sobre el casco histórico.
- Llevá calzado cómodo porque los pavimentos son irregulares; y si podés, hacé la visita con guía local para que te expliquen la función original de cada edificio (muchos tienen historias o reparaciones recientes que no son evidentes a simple vista).
- La ciudadela es ideal para quienes disfrutan de la historia tangible y de recorrer espacios donde la arquitectura cuenta la vida cotidiana de otras épocas.
Caravansaray de Sheki
A pocos minutos del palacio se encuentra el Caravansaray, una antigua posada que servía como alojamiento para comerciantes que recorrían la Ruta de la Seda.

Su estructura de piedra, con patios interiores y pasillos abovedados, se conserva casi intacta.
Hoy en día funciona como hotel, pero se puede visitar libremente para recorrer su arquitectura o tomar un té en su tranquilo patio.

Las habitaciones son sencillas pero auténticas, y por la noche el lugar tiene un ambiente casi mágico, con la iluminación tenue resaltando los arcos y muros de piedra.

Mi visita a Azerbaiyán fue parte de un gran viaje recorriendo la antigua Ruta de la Seda. En este post podés saber más de los países visitados y como hacerlo todo por tu cuenta.
Bazar y tiendas artesanales
El bazar de Sheki es otro de los puntos imperdibles. No es grande, pero conserva un ambiente local genuino, donde podés ver a la gente comprando productos frescos y probar dulces típicos como el Sheki halva, una especie de pastel de nuez y miel muy popular en la región.
También hay pequeñas tiendas de artesanías en vidrio y madera, talleres de seda y algunos locales que venden productos regionales como miel, nueces o especias. Es un excelente lugar para comprar recuerdos auténticos sin los precios inflados de Bakú.


Iglesias y monumentos históricos
En los alrededores de la ciudad se encuentran restos de antiguos templos y fortalezas, testimonio de la mezcla cultural que caracterizó a la región.

Uno de los más interesantes es la Iglesia Albanesa de Kish, ubicada a unos 6 km del centro. Es considerada una de las iglesias cristianas más antiguas del Cáucaso y ofrece un pequeño museo con información sobre la historia religiosa de la zona.

Desde allí, en días despejados, se tienen vistas muy buenas del valle, por lo que muchos viajeros combinan la visita con una caminata corta o un almuerzo en alguno de los restaurantes con terrazas cercanas.
Yo no tuve suerte, y los días que estuve en la zona fueron todos grises y lluviosos, pero si el tiempo ayuda, seguro que es super bonito.
Cómo llegar a la Iglesia Albanesa de Kish
Podés llegar a la Iglesia Albanesa de varias formas:
- A pie o caminata ligera: si te gusta caminar, se puede hacer perfectamente desde el centro en alrededor de una hora y media. El camino es mayormente en subida, pero el paisaje rural y las vistas hacia las montañas lo hacen muy agradable. Es una buena opción si querés aprovechar para ver la vida local fuera del casco urbano.
- En taxi o Bolt: la forma más práctica. Un taxi desde el centro de Sheki tarda unos 10 a 15 minutos y cuesta muy poco (suele rondar los 3 a 5 manat, según la temporada). Podés pedirlo fácilmente con la app Bolt, que funciona bien en la ciudad.
- Transporte local: algunos minibuses locales van hacia Kish, aunque los horarios no son muy regulares y suelen usarse más por los residentes. Si te animás, es la opción más económica, pero conviene preguntar en el alojamiento antes de ir.
Paseos y naturaleza
Además de su patrimonio histórico, Sheki está rodeada de montañas, bosques y pequeños ríos, lo que la convierte en una buena base para quienes disfrutan del senderismo o las excursiones rurales.


Desde la ciudad se pueden organizar salidas a pueblos cercanos como Kish o Kum, o incluso hacer rutas más largas hacia el Parque Nacional Ilisu.
Dónde hospedarse en Sheki
Sheki es una ciudad pequeña y fácil de recorrer a pie, por lo que lo ideal es alojarse cerca del centro histórico o en las inmediaciones del Palacio de Sheki Khans, donde se concentran la mayoría de los restaurantes y atracciones.
Durante mi estadía me hospedé en el Canal Hostel, una opción que recomiendo especialmente si viajás con presupuesto mochilero o simplemente querés un ambiente más social.

El lugar está muy bien ubicado, cuenta con cocina compartida, habitaciones limpias y un espacio común amplio, perfecto para charlar con otros viajeros.
Una curiosidad es que muchos de los huéspedes eran viajeros chinos, algo cada vez más común en esta parte del Cáucaso, por lo que las conversaciones se vuelven una mezcla interesante de culturas y experiencias.
Es un buen punto de encuentro para compartir rutas, consejos o incluso organizar excursiones hacia el Palacio, el caravansaray o las montañas cercanas.
Si preferís algo más tradicional, también hay opciones encantadoras dentro del caravansaray histórico de Sheki, donde se puede dormir literalmente en un edificio que formaba parte de la antigua Ruta de la Seda, aunque suele ser un poco más caro y menos sociable.

Cuántos días quedarse en Sheki
Con uno o dos días completos alcanza para conocer bien Sheki y sus principales atractivos. En un día podés recorrer el centro histórico, la ciudadela amurallada y el Palacio de los Kanes, mientras que con dos días vas a tener tiempo para explorar con más calma, visitar la iglesia de Kish o hacer alguna caminata por los alrededores.
Cual es la mejor época para visitar Sheki
La mejor época para visitar Sheki es entre abril y octubre, cuando el tiempo es templado y los paisajes verdes del Cáucaso están en su mejor momento.
En verano puede hacer calor durante el día, pero las noches son frescas gracias a la altitud.
El otoño también es una excelente opción, hay menos turistas y los colores de las montañas hacen que todo el entorno se vuelva aún más fotogénico.

Durante el invierno, las temperaturas bajan bastante y algunos caminos pueden estar cubiertos de nieve, pero si te interesa ver otra faceta del norte de Azerbaiyán, sigue siendo un destino accesible y con encanto, especialmente si combinás la visita con el área de Shahdag o Qusar.
Pensamientos finales. ¿Vale la pena ir a Sheki?
Definitivamente sí. Sheki te muestra otra cara de Azerbaiyán, muy distinta a la modernidad y el ritmo acelerado de Bakú. Su entorno natural, su arquitectura tradicional y la calidez de su gente hacen que valga completamente la pena dedicarle al menos un par de días.
Además, es un destino fácil de visitar: está bien conectado por autobús y tren, es segura, económica y compacta, lo que permite recorrerla a pie sin complicaciones. No hace falta organizar demasiado ni tener vehículo propio para disfrutarla.
Es un lugar donde todavía se puede caminar sin multitudes y conversar con los locales. Si querés entender mejor el país más allá de su capital, incluir Sheki en tu itinerario es una excelente decisión.
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