Itinerario de 3 semanas en Georgia

Viajar a Georgia durante 3 semanas me permitió recorrer varias de sus regiones más emblemáticas y descubrir un país lleno de contrastes: desde ciudades antiguas con encanto, hasta montañas que parecen sacadas de un sueño. En mi ruta pasé por Signagi, la llamada “ciudad del amor” rodeada de viñedos; la capital Tbilisi, con su mezcla de modernidad y tradición; la región montañosa de Svanetia, con sus torres medievales en Mestia; los paisajes imponentes de Kazbegi; y finalmente, la costa del Mar Negro en Batumi, que le da un aire totalmente distinto al viaje.

En este itinerario te voy a contar cómo organicé mi recorrido, qué lugares valen la pena visitar y cuáles fueron mis impresiones de cada destino. Si bien tres semanas alcanzan para tener una visión bastante completa del país, cada zona tiene tanto para ofrecer que siempre queda la sensación de querer volver. Georgia es un país que combina historia, paisajes naturales increíbles y una identidad muy marcada. Espero que este relato te ayude a planear tu propia aventura.

Monasterio Ananuri en la carretera militar georgiana rumbo a Kazbegi
Monasterio Ananuri en la carretera militar georgiana rumbo a Kazbegi


Que visitar en Georgia

Tbilisi

La capital georgiana es el corazón cultural y político del país, un lugar donde la historia se mezcla con lo moderno en cada rincón. Pasear por su casco antiguo, con callecitas adoquinadas, casas con balcones de madera y antiguas iglesias ortodoxas, es como viajar al pasado. Al mismo tiempo, Tbilisi sorprende con murales callejeros, cafés de diseño y una vida nocturna muy activa.

Barrio antiguo en Tbilisi, Georgia
Barrio antiguo en Tbilisi, Georgia

Entre sus imperdibles están la Fortaleza de Narikala, los baños de azufre y la Catedral de Sameba. Pero quizás lo mejor de la ciudad es su ambiente: un cruce de culturas que refleja la ubicación estratégica de Georgia entre Europa y Asia. Tbilisi también es el punto de partida perfecto para moverse a otras regiones del país.

Sighnaghi

Ubicada en la región de Kakheti, Sighnaghi es conocida como la “ciudad del amor” y ofrece una atmósfera tranquila y pintoresca. Sus calles empedradas, sus murallas medievales y sus vistas panorámicas al valle de Alazani la convierten en una escapada muy buscada desde Tbilisi.

Vista de Sighnaghi en la región de Kajetia - Georgia
Vista de Sighnaghi en la región de Kajetia – Georgia

Además, esta región es famosa por su tradición vitivinícola: aquí se producen vinos utilizando el método ancestral en qvevri (tinajas de barro enterradas). Probar estos vinos únicos es una de las mejores formas de conectar con la cultura local.

Mestia (Svanetia)

Mestia es el epicentro de Svanetia, una región montañosa donde los paisajes parecen sacados de una postal. Rodeada de glaciares y picos nevados, es el punto de partida para algunos de los trekkings más famosos de Georgia, como el camino hacia Ushguli, considerado uno de los pueblos habitados más altos de Europa.

Torres medievales en Mestia, en la región de Svanetia, Georgia
Torres medievales en Mestia, en la región de Svanetia, Georgia

Más allá de la naturaleza, Mestia sorprende con sus torres medievales svanas, construcciones defensivas que le dan un aire único al paisaje. La mezcla de historia, cultura y montañas convierte a Svanetia en una parada obligada para los amantes del trekking y la aventura.

Kazbegi

En el norte del país, Kazbegi, hoy conocido oficialmente como Stepantsminda, es famoso por la iglesia de Gergeti, uno de los símbolos más fotografiados de Georgia. Situada en lo alto de una colina con el monte Kazbek de fondo, la imagen es simplemente espectacular.

Vista de la Iglesia de Gergeti Trinity en Kazbegi
Vista de la Iglesia de Gergeti Trinity en Kazbegi

Además de su valor histórico y espiritual, Kazbegi es un paraíso para el senderismo y la naturaleza. Desde aquí parten rutas hacia cascadas, valles y miradores de altura. Es un destino perfecto para quienes buscan combinar paisajes montañosos con tranquilidad y aire puro.

Batumi

La joya del Mar Negro combina un ambiente costero relajado con una faceta moderna y vibrante. Su malecón se extiende por kilómetros y es ideal para caminar, andar en bicicleta o simplemente disfrutar del atardecer sobre el mar.

Paseo en la costa del Mar Negro, en la ciudad de Batumi - Georgia
Paseo en la costa del Mar Negro, en la ciudad de Batumi – Georgia

En Batumi conviven rascacielos de diseño futurista, esculturas modernas y barrios con un aire soviético todavía presente. Es también un buen lugar para probar la cocina local con influencia del mar y para vivir una cara diferente de Georgia, muy distinta a las montañas del interior.

Kutaisi

Kutaisi es una de las ciudades más antiguas del mundo y durante siglos fue un importante centro cultural. Hoy, su atractivo principal son los monasterios de Gelati y Motsameta, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estos templos no solo son joyas arquitectónicas, sino también testigos de la historia religiosa del país.

Ciudad de Kutaisi
Ciudad de Kutaisi. Foto por Kober

Más allá de los monasterios, Kutaisi sirve como base para explorar lugares naturales cercanos como el cañón de Okatse o la cueva de Prometeo. Esto la convierte en un destino versátil que combina historia, religión y naturaleza.

Vardzia

En el sur de Georgia se encuentra Vardzia, un impresionante complejo de cuevas excavadas en la roca durante el siglo XII. Este lugar funcionó como ciudad y monasterio, y llegó a albergar a miles de personas en su interior, con túneles, iglesias y habitaciones que todavía pueden recorrerse.

Vista de Vardzia
Vista de Vardzia. Foto por Lidia Ilona

El paisaje alrededor de Vardzia, árido y montañoso, crea un contraste llamativo con otras regiones del país. Es un sitio único para los amantes de la historia y la arqueología.

Mis lugares favoritos de Georgia

De todos los rincones que conocí en Georgia, hay tres que me marcaron especialmente y que siempre recomendaría a cualquier viajero.

El primero es Tbilisi, la capital, que me atrapó por su energía y su mezcla perfecta entre lo antiguo y lo moderno. Perderme por sus calles del casco histórico, descubrir iglesias ortodoxas escondidas, disfrutar de cafés con onda y murales coloridos, hicieron que la ciudad se convirtiera en un lugar donde siempre hay algo nuevo por ver y por vivir.

Frente a la Catedral de la Santísima Trinidad de Tbilisi, emblema de la ciudad
Frente a la Catedral de la Santísima Trinidad de Tbilisi, emblema de la ciudad

Otro de mis grandes favoritos fue Mestia y toda la región de Svanetia. Llegué en un momento en que estaba cubierta de nieve, lo que le dio un encanto todavía más especial. Hacer el trekking de Mestia a Ushguli, avanzando entre montañas nevadas y rodeado de las imponentes torres medievales svanas, fue como caminar dentro de un cuento.

Cada paso regalaba una postal distinta, paisajes únicos que parecían irreales. Esa misma sensación la tuve durante la subida a los lagos Koruldi desde Mestia: los encontré congelados, rodeados de nieve, como sacados de un sueño.

Por último, Kazbegi y sus alrededores me dejaron un recuerdo imborrable. Además de la famosa iglesia de Gergeti Trinity y el glaciar que se encuentra mas lejos, con vistas épicas del Cáucaso, pude visitar y recorrer los valles de alrededor, como el Valle de Truso, un lugar con paisajes amplios, ríos turquesa y pueblos abandonados que parecen detenidos en el tiempo, y el Valle de juta cubierto con mucha nieve.

Y lo que lo hizo aún más especial fue la compañía: unas compañeras que conocí durante el trekking a Ushguli alquilaron un auto y juntos pudimos explorar toda la zona, lo que le dio un toque de aventura y amistad a la experiencia.

Con mis compañeras de viaje en Kazbegi
Con mis compañeras de viaje en Kazbegi


Mapa con el itinerario de 3 semanas viajando por Georgia

Mi itinerario de 3 semanas en Georgia

Llegué a Georgia desde Azerbaiyán, cruzando la frontera por tierra, y mi primera parada fue Signagi, en la región de Kajetia. Pasé tres días en este pintoresco pueblo conocido como “la ciudad del amor”. Si bien es un lugar pequeño y en un día intenso se puede recorrer lo principal, yo decidí tomármelo con calma. Disfruté caminar por sus murallas, admirar las vistas infinitas hacia el valle de Alazani y perderme entre sus callecitas tranquilas.

Desde allí tomé una mashurtka hasta Tbilisi, la capital, donde me quedé cinco días. La ciudad me fascinó por su mezcla entre tradición y modernidad, y la verdad es que da para quedarse mucho más tiempo. Entre iglesias ortodoxas, baños de azufre, barrios alternativos llenos de arte callejero y una vida nocturna vibrante, Tbilisi se convirtió en uno de mis grandes favoritos del viaje.

El siguiente tramo fue en tren hasta Zugdidi, y desde allí en mashurtka hasta Mestia, el corazón de Svanetia. Pasé otros cinco días en este pueblo de montaña rodeado por los picos del Cáucaso. Además de recorrer el lugar, hice el trekking hasta el remoto pueblo de Ushguli, atravesando aldeas con las famosas torres medievales que parecen salidas de otra época. A la vuelta, también aproveché para hacer una caminata hasta los lagos Kuraldi, un rincón de montaña con paisajes que quitan el aliento.

Después regresé a Tbilisi para seguir hacia Kazbegi. Esta vez tuve la suerte de viajar acompañado con unas viajeras de China que habían alquilado un auto, lo que nos permitió recorrer la Carretera Militar Georgiana con calma, parando en todos los miradores y pueblos.

Ya en Kazbegi, me quedé cinco días más haciendo distintas excursiones: la caminata a la iglesia Gergeti Trinity, la subida al glaciar Gergeti, las rutas hacia el valle de Juta y el valle de Truso, además de visitar la cascada de Arsha. Cada día encontraba un paisaje más increíble que el anterior.

Desde allí volví a Tbilisi, donde crucé hacia Armenia. Tras dos semanas en ese país, regresé nuevamente a Georgia para poner rumbo a la costa y conocer Batumi, a orillas del mar Negro. Pasé mis últimos días allí, disfrutando de su ambiente moderno y vibrante, su malecón junto al mar y su contraste entre arquitectura contemporánea y herencia soviética.

Fue el cierre perfecto antes de continuar mi viaje hacia Turquía, cruzando la frontera en Sarpi, cerca a Batumi.

¡Apoyá al El Prisma de Fer!

Buy Me A Coffee

Tu apoyo me ayuda a seguir creando contenido gratuito en el blog. ¡Muchas gracias!

Buy Me A Coffee

Suscribite

Se el primero en saber cada vez que subo nuevo contenido

Dirección de correo electrónico no válida
Prometo no enviar spam. Puedes desuscribirte en cualquier momento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba