Viajar a Perú es una experiencia que combina historia, cultura y naturaleza de una manera única. En solo unos días se pueden recorrer ciudades coloniales con encanto, adentrarse en el legado de los incas, caminar por paisajes de montaña y descubrir tradiciones que siguen vivas en el día a día de su gente.
Con este itinerario de 2 semanas en Perú quiero compartir cómo organicé mi recorrido, qué lugares visité y algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a planear tu propio viaje.
Desde Lima, el recorrido continúa por Arequipa y el imponente Cañón del Colca, para luego llegar a la antigua capital del imperio inca, Cuzco. Allí se explora el Valle Sagrado y, como broche de oro, se visita una de las 7 maravillas del mundo moderno: Machu Picchu. Un itinerario pensado para aprovechar al máximo cada día y disfrutar del camino.


Indice de Contenido
Qué visitar en Perú
Perú es un país que sorprende por su diversidad. Desde ciudades con siglos de historia, pasando por altas montañas y selvas llenas de vida, el país ofrece opciones para todo tipo de viajero. Estos son algunos de los lugares más turísticos y recomendados para incluir en un itinerario de dos semanas:
Lima
La capital suele ser el punto de entrada al país. Su centro histórico está lleno de arquitectura colonial, mientras que barrios como Miraflores y Barranco ofrecen una cara más moderna y bohemia.

Además, Lima es reconocida como una de las capitales gastronómicas de Sudamérica, ideal para probar ceviche y otros platos peruanos.
Cuzco
La antigua capital del Imperio Inca es una ciudad única, con calles empedradas, iglesias coloniales y restos arqueológicos que se entrelazan en cada rincón.

Cusco es también la puerta de entrada al Valle Sagrado y a Machu Picchu, lo que la convierte en parada imprescindible.
Valle Sagrado de los Incas
A pocos kilómetros de Cusco se extiende este valle lleno de ruinas, terrazas agrícolas y pueblos vivos.

Destacan Pisac, Ollantaytambo, Chinchero y las famosas salineras de Maras. Es un lugar donde se siente el legado inca en cada paisaje.
Machu Picchu
La joya de Perú y uno de los sitios más visitados del mundo. Declarada una de las 7 maravillas del mundo moderno, esta ciudadela inca perdida en la montaña es una experiencia que todos deberían vivir al menos una vez en la vida.

Lago Titicaca
Ubicado a más de 3.800 metros de altura, entre Perú y Bolivia, es el lago navegable más alto del mundo. Del lado peruano se puede visitar Puno y las islas flotantes de los Uros, donde aún habitan comunidades que conservan sus costumbres ancestrales.

Arequipa y el Cañón del Colca
Arequipa, conocida como la “Ciudad Blanca”, destaca por su arquitectura colonial construida en sillar volcánico y por el Monasterio de Santa Catalina.

Desde aquí también se puede visitar el Cañón del Colca, famoso por ser uno de los más profundos del planeta y por la posibilidad de ver cóndores andinos en vuelo.

Nazca
En pleno desierto, las enigmáticas líneas de Nazca siguen siendo uno de los grandes misterios arqueológicos de la humanidad.

Se pueden observar mejor desde una avioneta, aunque también existen miradores terrestres para ver algunas figuras.
Ica y Huacachina
A pocas horas de Lima, la ciudad de Ica es famosa por sus bodegas de pisco. Muy cerca está Huacachina, un oasis rodeado de dunas de arena, perfecto para practicar sandboarding o recorrer el desierto en buggy.

Amazonas (Iquitos o Puerto Maldonado)
La selva peruana es otro mundo aparte. Iquitos, accesible solo en avión o barco, ofrece una inmersión total en la Amazonía, mientras que Puerto Maldonado es un punto ideal para explorar reservas naturales como Tambopata.


Lo que más me gustó de mi viaje por Perú
De todo el recorrido por Perú, hubo lugares y momentos que quiero destacar, ya que todavía recuerdo con mucha emoción.
Trekking por el Cañón del Colca
Uno de ellas fue el trekking de dos días por el Cañón del Colca. Caminar entre esos paisajes imponentes, rodeado de montañas, con la posibilidad de ver cóndores volando en libertad, fue una de las aventuras más intensas de mi viaje. El esfuerzo valió la pena, y hacer el recorrido por el cañón de manera independiente, fue un momento único.

Cuzco y el Valle Sagrado
Por otro lado, tanto Cusco como el Valle Sagrado se convirtieron en lugares inolvidables. Allí es donde más se siente el legado inca, entre calles empedradas, ruinas majestuosas y paisajes que transmiten una energía muy especial. Cada sitio tiene su propia historia, y recorrerlos fue como hacer un viaje en el tiempo.

Machu Picchu
Y, por supuesto, el Machu Picchu fue la frutilla del postre. Más allá de toda la fama que lo rodea, estar frente a esa ciudadela perdida en las montañas fue un momento único, de esos que uno recuerda toda la vida. Es un lugar que emociona, que impacta y que sin dudas justifica por sí solo un viaje a Perú.


Detalle del itinerario de 2 semanas en Perú
El viaje comenzó en Lima, la capital del país, donde pasé dos días recorriendo sus principales atractivos. El centro histórico, con sus iglesias coloniales y plazas, es ideal para un primer contacto con la historia del Perú.
Pero lo que más me gustó fue el barrio de Miraflores, con su malecón frente al Pacífico y un ambiente moderno que contrasta con la Lima colonial.

Días 1-2: Que hacer en Lima, capital de Perú (próximamente)
De camino hacia el sur, hice una breve parada en Huacachina, el famoso oasis en medio del desierto peruano. Aunque solo estuve medio día, fue un lugar curioso de conocer, rodeado de enormes dunas que invitan a hacer sandboarding o paseos en buggy.

Día 3: Como ir al oasis en Huacachina (próximamente)
Después llegué a Arequipa, un ciudad con uno de los centros mas coloniales en los que he estado. Allí pasé dos días recorriendo las calles construidas en sillar volcánico, el Monasterio de Santa Catalina y, lo que más me gustó, admirando la imponente vista de los volcanes que custodian la ciudad, como el Misti y el Chachani.
Desde Arequipa me trasladé en un bus a Chivay, puerta de entrada al Cañón del Colca, para iniciar un trekking de dos días de manera independiente. La caminata fue exigente pero muy buena, descendiendo hasta el fondo del cañón y pasando la noche en el oasis de Sangalle, rodeado de naturaleza. Fue una de las experiencias más interesantes de todo el viaje.
Desde Arequipa tome un bus nocturno de unas 12 horas que me llevaría a mi siguiente destino, Cuzco, la antigua capital del Imperio Inca.
Pasé tres días recorriendo la ciudad, sus calles empedradas, templos y plazas llenas de historia. También aproveché para conocer algunos sitios cercanos como Sacsayhuamán, disfrutando del legado inca que se respira en cada rincón.
Dediqué dos días completos a recorrer el Valle Sagrado por mi cuenta, visitando Pisac y Ollantaytambo, dos de los lugares más impresionantes de la región. Fue un recorrido que me permitió ver no solo ruinas incas, sino también paisajes increíbles y pueblos bien tradicionales.
Finalmente llegó el gran momento del viaje: Machu Picchu. Decidí llegar por la ruta alternativa de Hidroelectrica, caminando hasta Aguas Calientes, donde me quedé dos noches.
La visita a la ciudadela inca fue tan emocionante como esperaba, una experiencia inolvidable que marcó el cierre perfecto de mi ruta por Perú.
Después de la visita, regresé a Cuzco y desde allí tomé un vuelo hacia Guayaquil, punto de inicio de mi siguiente aventura: 15 días recorriendo Ecuador.
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