Cómo llegar a Aktau desde Uzbekistán: guía para cruzar la frontera

Muchos viajeros que recorren Asia Central por tierra suelen incluir Kazajistán en su itinerario, y como llegar a Aktau se vuelve un punto clave para quienes buscan cruzar el Mar Caspio y continuar hacia Azerbaiyán, el Cáucaso o incluso Europa del Este. Esta ciudad portuaria, ubicada en el extremo oeste de Kazajistán, es una especie de bisagra geográfica entre el mundo centroasiático y el Cáucaso.

Llegar a Aktau desde Uzbekistán puede parecer complicado al principio, pero no lo es tanto si sabés qué rutas tomar, qué fronteras cruzar y qué medios de transporte usar. En esta guía te voy a contar cómo fue mi experiencia personal, qué opciones existen y qué tener en cuenta si estás planeando este tramo en tu aventura por la Ruta de la Seda.

Costa de Aktau, Kazajostán
Costa de Aktau, Kazajostán
Un antiguo Caravanserai en Bujará, Uzbekistán

Si querés saber el recorrido que hice en Uzbekistán, podés leer mi itinerario de viaje de dos semanas por el país.



Cómo ir a Aktau desde Khiva (mi experiencia paso a paso)

Mi trayecto hacia Aktau comenzó en Khiva, y aunque parece lejano y algo remoto, el recorrido es completamente posible si se lo planifica bien. A continuación, te detallo paso a paso cómo fue mi experiencia:

1. De Khiva a Urgench (taxi compartido)

Khiva no tiene una estación de tren conectada directamente con rutas internacionales, por lo que el primer paso fue tomar un taxi compartido hasta Urgench, que está a solo 35 km. Es un trayecto corto y económico; los taxis compartidos salen con bastante frecuencia desde las afueras del casco histórico y no suelen tardar más de 45 minutos.

Plaza de Registán en Samarcanda, Uzbekistán

Te puede interesar leer la Guía que escribí para visitar Uzbekistán por tu cuenta, con toda la información que seguro necesitás para moverte por el país



2. Tren desde Urgench hasta Beyneu, Kazajistán

Cabina para dormir en un tren típico de Asia Central
Cabina para dormir en un tren típico de Asia Central

Desde Urgench, tomé un tren directo hacia Beyneu, una ciudad kazaja cercana a la costa este del Mar Caspio. Este tren es una excelente opción para quienes buscan cruzar la frontera sin trámites complicados: el cruce se realiza dentro del mismo tren, sin necesidad de bajarse ni cambiar de vehículo.

El recorrido pasa por Nukus (capital de Karakalpakstán) y luego continúa hacia el norte, cruzando al territorio kazajo. El control fronterizo se hace a bordo, y si bien puede demorar un poco, todo se mantiene bastante ordenado.

Importante: el tren funciona solo una o dos veces por semana, por lo que tienen que probar varios días en la búsqueda desde el sitio Uzbekistan Railways para chequear cuando y en que horario pasa por Urgench o cualquiera de las ciudades del mismo tramo (sale desde Taskent). En el campo “desde” deben poner Urgench (Ургенч) y en el campo “hasta” escribir Beyneu (БЕЙНЕУ).

Antes y después de cruzar la frontera, los guardas del tren recogen todos los pasaportes y se los entregan a los oficiales de frontera de cada país, quienes realizan los tramites de migración y el control uno por uno para verificar que todo esté en orden y si se requiere o no una visa.

Este tramo es largo (más de 17 horas), pero es una forma económica y directa de avanzar en tu viaje. Asegurate de tener tu visa (si aplica) ya que los revisan en el cruce.

Parada en Nukus

Si bien el objetivo principal del trayecto es llegar a Aktau, algunos viajeros aprovechan el paso por Nukus, ya que el tren cruza por esta ciudad antes de llegar a la frontera. Nukus no suele estar en la mayoría de itinerarios, pero alberga uno de los museos más sorprendentes de Asia Central: el Museo Estatal de Arte Igor Savitsky.

Este museo es famoso por su colección de arte de vanguardia soviético, muchas de ellas obras prohibidas en su época, además de piezas arqueológicas y arte tradicional de Karakalpakstán. Si tienen tiempo, bien puede valer la pena hacer una parada y dedicar unas horas a recorrerlo.



3. De Beyneu a Aktau en Kazajistán: tramo final hacia el Mar Caspio

Paseo de la costa en Aktau, Kazajistán
Paseo de la costa en Aktau, Kazajistán

Beyneu es un pequeño pueblo fronterizo que funciona más como punto de tránsito que como destino turístico. No hay mucho para hacer, pero cumple su función: desde aquí se puede tomar un tren directo a Aktau, la ciudad portuaria clave para cruzar el Mar Caspio.

Generalmente, hay algunos trenes diarios que conectan Beyneu con Aktau, aunque los horarios pueden variar según la temporada. Lo mejor es consultar directamente en la estación apenas llegues o chequear en línea si tenés acceso. El trayecto dura entre 10 y 12 horas, atravesando paisajes áridos y vastos típicos de la estepa kazaja.

El boleto se compra en la misma estación. Cuando yo hice el trayecto, no aceptaban tarjetas de crédito ni débito, así que fue necesario pagar en efectivo. Afortunadamente, en el centro de Beyneu hay al menos un cajero automático (ATM) por si necesitás retirar dinero local.

De todos modos, te recomiendo llevar efectivo kazajo (tenge) por si el cajero no funciona o hay problemas de conexión, algo bastante común en pueblos alejados.

Este tramo puede ser largo y algo rústico, pero tiene un aire de aventura que encaja perfecto con el espíritu mochilero de recorrer Asia Central por tierra. Una vez que llegás a Aktau, ya estás a un paso de cruzar el mar y entrar en el Cáucaso.

Conclusión: una travesía larga, pero entretenida

Aunque el viaje desde Uzbekistán hasta Aktau puede parecer largo e intenso, alrededor de 27 horas entre trenes y traslados, lo cierto es que se convierte en una de esas aventuras que valen la pena. El recorrido atraviesa paisajes desérticos, cruza fronteras poco frecuentadas y te sumerge en una experiencia de viaje auténtica, lejos de las rutas turísticas tradicionales.

Además, en estos tramos prácticamente no hay turistas, por lo que es muy fácil que llames la atención. La mayoría de las personas que viajan en el tren son locales, y suelen ser muy amables y curiosas con los extranjeros, lo que da lugar a charlas, gestos de hospitalidad y momentos que difícilmente se olvidan. Si te gusta viajar por tierra, con un espíritu mochilero y abierto, esta travesía es sin dudas una experiencia enriquecedora.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba