Bujará, que ver en la joya de la Ruta de la Seda

Bujará es una ciudad en la que se respira tiempos de una historia gloriosa. Su casco antiguo, perfectamente conservado, te transporta a una época donde las caravanas de la Ruta de la Seda descansaban. Todo parece detenido en el tiempo: las fachadas de adobe, las madrazas centenarias, los patios sombreados y los vendedores que aún negocian en lo que fueron antiguos bazares. Caminar por sus callejuelas empedradas es como hojear un libro de historia viva, donde cada rincón guarda un hecho histórico…un susurro del pasado.

Aunque Samarcanda suele llevarse los titulares por su majestuosidad, Bujará tiene una vibra más íntima. Una ciudad donde no hace falta correr de atracción en atracción, sino simplemente dejarse llevar, entre minaretes que cortan el cielo y plazas que se llenan de vida al atardecer. Sin dudas, fue uno de los lugares más bonitos de mi paso por Uzbekistán.

Ciudad de Bujara en Uzbekistán
Ciudad de Bujara en Uzbekistán
Un antiguo Caravanserai en Bujará, Uzbekistán

Si querés saber el recorrido que hice en Uzbekistán, podés leer mi itinerario de viaje de dos semanas por el país.



Un vistazo a la historia de Bujará

Bujará no es solo una ciudad antigua: es una de las joyas históricas más importantes de Asia Central. Con más de 2.500 años de historia, fue un núcleo clave en la Ruta de la Seda, donde comerciantes, sabios, peregrinos y conquistadores dejaban su huella mientras cruzaban el corazón del mundo islámico.

Pintura de la Fortaleza Ark en Bujará
Pintura de la Fortaleza Ark en Bujará

Durante siglos, Bujará fue un centro de saber y espiritualidad, conocida por sus escuelas religiosas (madrazas), sus mezquitas imponentes y su vibrante vida cultural. En el siglo X, bajo el dominio de los samaníes, alcanzó su primer gran esplendor, convirtiéndose en uno de los faros del Islam, comparable con ciudades como Bagdad o Damasco. Más tarde, bajo el Imperio timúrida y luego con los janatos de Bujará, la ciudad siguió creciendo en influencia, embelleciéndose con una arquitectura que aún hoy deslumbra.

Pintura de la antigua ciudad de Bujará
Pintura de la antigua ciudad de Bujará

A pesar de las invasiones, desde los mongoles hasta los rusos, Bujará logró mantener su identidad y su trazado medieval, razón por la cual su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hoy, visitar Bujará es como abrir una puerta a ese pasado legendario, caminando por los mismos pasillos que miles de personas recorrieron durante siglos.

Bujará y el turismo masivo

Arquitectura fascinante de las Madrazas de Uzbekistán
Turistas contemplando la arquitectura de las Madrazas de Uzbekistán

Bujará, con su aire antiguo y callejuelas de adobe, solía ser un lugar donde uno podía sentir que viajaba en el tiempo. Pero hoy, la ciudad vive un auge turístico muy marcado. A diario llegan grupos organizados, sobre todo europeos y chinos, que llenan sus plazas, madrazas y mercados. Esto, si bien ha revitalizado la economía local y mejorado la infraestructura, también ha cambiado el ambiente: se pierde parte de esa calma que caracterizaba a la ciudad, y no es raro sentir que algunos locales nos ven más como billeteras que como viajeros genuinos.

Casco antiguo de Bujará con tiendas de recuerdos
Casco antiguo de Bujará con tiendas de recuerdos

Aun así, Bujará sigue teniendo alma. Caminando a primera hora o al caer la tarde, desviándose de las calles principales o quedándose unos días más, es posible recuperar esa conexión íntima con la historia y la vida local. Solo hay que saber mirar un poco más allá del turismo organizado para descubrir la verdadera esencia de esta joya de la Ruta de la Seda.



Cómo llegar a Bujará

Bujará está muy bien conectada con otras ciudades importantes de Uzbekistán, lo que facilita bastante el acceso, incluso si se trata de un viaje independiente.

🚆 En tren

Una de las formas más cómodas y recomendables es en tren. Uzbekistán cuenta con una red ferroviaria moderna y eficiente. Desde Taskent, Samarcanda o incluso Khiva, podés tomar trenes de alta velocidad (como el Afrosiyob) o trenes más lentos pero económicos. El viaje desde Samarcanda, por ejemplo, dura unas 1.5 a 2 horas.

Desde el sitio Uzbekistan Railways o ETicket.uz podés ver horarios, precios y hasta comprar los tickets de manera online.

🚌 En autobús o taxi compartido

También hay autobuses de media distancia y taxis compartidos entre ciudades, una opción popular entre locales. Son más económicos, pero menos cómodos y puntuales. Si elegís esta vía, prepárate para algo de negociación y trayectos un poco más largos.

✈️ En avión

Bujará cuenta con un aeropuerto internacional pequeño (BHK), con vuelos regulares desde Taskent y algunas conexiones internacionales limitadas. Si tenés poco tiempo o venís desde el extranjero, puede ser una buena opción, aunque los vuelos internos no son tan frecuentes.

🚗 Por cuenta propia

Si estás haciendo un road trip por Uzbekistán, llegar en auto es totalmente viable. Las rutas principales están en buen estado, aunque es recomendable tener GPS offline y algo de paciencia con el tránsito local en pueblos pequeños.

Cómo ir desde la estación de tren de Bujará al centro histórico

La estación de tren de Bujará, conocida como Kagan Station (Bukhara-1), no se encuentra en la ciudad antigua propiamente dicha, sino en la localidad de Kagan, a unos 12 kilómetros del centro histórico de Bujará. Es importante tenerlo en cuenta al planificar tu llegada, especialmente si venís en tren rápido desde Samarcanda o Taskent.

Desde la estación, la forma más práctica y rápida es tomar un taxi. A la salida vas a encontrar varios conductores esperando, aunque es recomendable negociar el precio antes de subir. La tarifa habitual ronda entre 20.000 y 30.000 soms uzbekos (aproximadamente 2 a 3 USD), dependiendo de la hora y tu capacidad de regateo.

Otra opción más económica es usar Yandex Go, la app más popular en Uzbekistán para pedir taxis, similar a Uber. Es confiable, tiene tarifas fijas y te evita discusiones por el precio.

Si preferís el transporte público, hay una parada de marshrutkas (minivans) saliendo de la estación, que van hacia el centro, aunque es un poco confuso saber cual tomar, sepan que existen, porque la tomé para acercarme a mi alojamiento.

Plaza de Registán en Samarcanda, Uzbekistán

Te puede interesar leer la Guía que escribí para visitar Uzbekistán por tu cuenta, con toda la información que seguro necesitás para moverte por el país



Mapa con las atracciones principales de Bujará

Qué ver en Bujará

Bujará está repleta de monumentos históricos, patios ocultos y una atmósfera que invita a explorar sin apuro. Estos son algunos de los lugares que no podés perderte:

🕌 Plaza Lyabi-Hauz

La Plaza Lyabi-Hauz es uno de los rincones más pintorescos y animados de Bujará. Su nombre significa “junto al estanque”, y eso es exactamente lo que es: una plaza construida alrededor de un estanque artificial del siglo XVII, que aún conserva el encanto de la época. En un país tan seco como Uzbekistán, esta fuente de agua era vital y también un lugar social de encuentro. Hoy sigue cumpliendo ese rol: bajo la sombra de los morales centenarios, locales y viajeros se relajan tomando té, conversando o simplemente observando el paso del tiempo.

Plaza ideal para tomar algo y relajarse
Estanque en la plaza ideal para tomar algo y relajarse

Rodeando el estanque se encuentran tres edificios notables: la madraza Kukeldash, la madraza Nadir Divan-Begi y un khanaka (albergue para derviches). La armonía entre arquitectura y espacio abierto le da un aire único. Al atardecer, la plaza se llena de vida: músicos callejeros, artesanos, y terrazas donde comer plov o beber una cerveza local. Es un excelente lugar para sentir el pulso actual de una ciudad con siglos de historia.

🏛 Madraza Kukeldash y Madraza Nadir Divan-Begi

La Madraza Kukeldash, construida en 1568, es una de las más grandes de Asia Central. Funcionaba como escuela coránica y residencia para estudiantes. Su arquitectura sobria y simétrica responde al estilo timúrida, con una gran fachada y un patio interior rodeado de celdas donde vivían los alumnos. Aunque no es la más ornamentada de la ciudad, transmite una sensación de solemnidad que habla del rol que cumplió Bujará como centro religioso y educativo durante siglos.

Frente a ella, la Madraza Nadir Divan-Begi es todo lo contrario: su fachada brilla con mosaicos azules y dorados que representan pavos reales, un motivo atípico para la iconografía islámica. Fue construida originalmente como un caravansaray, pero rápidamente reconvertida en madraza. Su decoración refleja la influencia persa y la apertura cultural del período. Hoy ambas funcionan como centros culturales, con tiendas de artesanía y espectáculos nocturnos que recuperan tradiciones sufi y folclóricas.

🧱 Minarete Kalyan y Mezquita Kalyan

Minarete Kalyan, emblema de Bujará en Uzbekistán
Minarete Kalyan, emblema de Bujará en Uzbekistán

El Minarete Kalyan es, sin duda, el símbolo de Bujará. Con sus casi 48 metros de altura y más de 900 años de historia, ha sobrevivido a terremotos, guerras e invasiones. Fue construido en 1127 por el arquitecto Bako, bajo encargo del gobernante Karakhanida Arslan Khan. Su función era múltiple: llamada a la oración, guía para los viajeros y también símbolo de poder religioso. La leyenda cuenta que Gengis Kan, al ver su grandeza, decidió no destruirlo, un raro gesto de respeto del famoso conquistador.

Pintura de Bujará destruida, salvo el Minarete Kaylan
Pintura de Bujará destruida, salvo el Minarete Kalyan

A su lado se encuentra la Mezquita Kalyan, uno de los templos más grandes de Asia Central. Su amplio patio, las galerías con cúpulas azules y la sensación de proporción perfecta hacen que uno se sienta pequeño frente a la espiritualidad y la historia. Construida en el siglo XVI sobre una mezquita anterior destruida, la actual estructura refleja el apogeo de la arquitectura islámica del período. A pesar de su tamaño, su atmósfera es serena y contemplativa.

La enorme Mezquita Kalyan en Bujará
La enorme Mezquita Kalyan en Bujará

⛩ Caravansaray y bazares cubiertos

Bujará fue un nudo clave en la Ruta de la Seda, y eso se nota en sus caravansarays y bazares cubiertos. Estos espacios servían como hospedaje, depósito de mercancías y centros de intercambio. Hoy, estructuras como Toqi Sarrafon (mercado de cambistas), Toqi Telpak Furushon (mercado de sombreros y tejidos), y Toqi Zargaron (joyeros) aún conservan sus cúpulas originales y pasadizos abovedados donde resuena el eco del comercio de antaño.

Un antiguo Caravanserai en Bujará, Uzbekistán
Un antiguo Caravanserai en Bujará, Uzbekistán

Caminar por estos bazares es revivir la atmósfera de una ciudad viva y bulliciosa. Aunque hoy muchos puestos venden recuerdos, alfombras o cerámicas, el alma mercante de Bujará sigue intacta. Algunos locales aún fabrican a mano sus productos, manteniendo técnicas que se transmiten de generación en generación. Es el lugar ideal para comprar un recuerdo auténtico y, de paso, imaginar cómo era la vida comercial siglos atrás.

Las tiendas de alfombras abundan en Bujará
Las tiendas de alfombras abundan en Bujará

🧿 Fortaleza Ark

La Fortaleza Ark es el recinto más antiguo de Bujará, con orígenes que se remontan al siglo V d.C. Fue durante siglos la residencia de los emires, una ciudad dentro de la ciudad. Aunque fue parcialmente destruida por los bombardeos rusos en 1920, aún conserva varios pabellones, museos y estructuras que narran la historia del poder en Asia Central. Su fachada inclinada, como si emergiera de las arenas del desierto, es imponente.

Murallas de la Fortaleza Ark en Bujará
Murallas de la Fortaleza Ark en Bujará

Dentro, se pueden visitar antiguas salas del trono, mezquitas privadas, y exposiciones sobre la historia de la ciudad y la vida de la corte. Desde sus murallas se tiene una vista privilegiada de la ciudad vieja, lo que permite comprender la escala y la organización urbana de Bujará. Visitar la Ark es fundamental para entender el peso político y simbólico que tuvo esta ciudad durante siglos.

Vista panorámica a la antigua ciudad de Bujará
Vista panorámica a la antigua ciudad de Bujará

🌙 Mausoleo de Ismail Samani

Este pequeño mausoleo fue construido a fines del siglo IX como tumba del emir Ismail Samani, fundador de la dinastía samaní, que convirtió a Bujará en capital de un imperio persa-musulmán. Lo notable es que sobrevivió a la invasión mongola gracias a que quedó enterrado por siglos bajo arena y olvido, lo que ayudó a conservar su estructura original.

Mausoleo de Ismail Samani
Mausoleo de Ismail Samani

El edificio es modesto en tamaño, pero llamativo en detalle: su ladrillo trabajado crea patrones geométricos complejos sin recurrir a cerámica ni colores. Es una obra maestra del arte islámico temprano y un símbolo del renacimiento cultural del mundo persa tras la islamización. Hoy se lo considera uno de los monumentos mejor conservados del siglo X en todo el mundo islámico.

🧘‍♂️ Chor Minor

Chor Minor, que significa “cuatro minaretes”, es una estructura única y encantadora. Construida en el siglo XIX por un rico comerciante turcomano como parte de una madraza privada, su arquitectura se aleja bastante del estilo tradicional de Bujará. Sus cuatro torres coronadas por cúpulas azul verdosas le dan un aire casi de cuento, y recuerdan a construcciones más propias de la India o Persia.

Antigua Madraza de 4 Minaretes Redondeados, Chor Minor
Antigua Madraza de 4 Minaretes Redondeados, Chor Minor

Aunque la madraza ya no existe, Chor Minor se ha convertido en uno de los rincones más fotogénicos de la ciudad. Es menos visitado que otros monumentos, lo que le da un aire más tranquilo. Está algo alejado del centro, pero se llega fácilmente a pie o en bicicleta. La visita, aunque breve, ofrece una perspectiva distinta de la diversidad arquitectónica que ofrece Bujará.

🗼 Bukhara Tower

Inaugurada en 2021, la Bukhara Tower es un moderno mirador de 123 metros de altura ubicado en las afueras del casco histórico. Cuenta con ascensor panorámico y una plataforma de observación 360° desde donde se puede ver toda la ciudad, incluyendo los minaretes antiguos y el paisaje desértico que rodea Bujará. Es una experiencia distinta que contrasta con la arquitectura tradicional, ideal para quienes disfrutan de las vistas aéreas y la fotografía.

🕌 Mezquita Bolo Haouz

Ubicada justo frente a la Ciudadela Ark, esta mezquita del siglo XVIII destaca por su techo de madera sostenido por columnas talladas, que se reflejan en un estanque justo delante, creando una escena muy fotogénica. Aunque menos monumental que otras mezquitas de Uzbekistán, tiene una elegancia tranquila y se sigue usando para la oración. Es un excelente ejemplo del arte decorativo de Asia Central.

Mezquita Bolo Haouz
Mezquita Bolo Haouz

🛍️ Central Bazaar (Bazar de Bujará)

Ubicado cerca del complejo Poi Kalyan y dentro del entramado de calles históricas, el bazar central es el corazón comercial de Bujará. Aquí podés encontrar desde alfombras tejidas a mano y bordados suzani hasta especias, dulces tradicionales y té. Es ideal para sumergirte en la vida local, regatear con los vendedores y llevarte algún recuerdo auténtico.

💧El Antiguo Depósito de Agua (Sitorai Mohi-Hosa)

A las afueras del centro se encuentra este curioso edificio que funcionaba como depósito de agua de uso real, parte del palacio de verano de los emires de Bujará. El sistema hidráulico y los estanques todavía se conservan, y el sitio se puede visitar junto con el Palacio de la Luna y las Estrellas (Sitorai Mohi Hosa), que mezcla arquitectura rusa, persa y uzbeka en un entorno ajardinado muy agradable para caminar.

Antiguo Depósito de Agua
Antiguo Depósito de Agua

Actividades organizadas en Bujará



¿Cuántos días conviene quedarse en Bujará?

Lo ideal es dedicarle al menos dos noches completas a Bujará, aunque tres días permiten disfrutarla con más calma. La ciudad tiene la ventaja de tener todo su casco histórico muy concentrado, por lo que en un solo día podés recorrer gran parte de sus monumentos principales. Sin embargo, lo que realmente vale en Bujará es tomarse el tiempo para caminar sin rumbo, perderse por sus callejones, sentarse en una terraza con vista a una madraza, tomar un te o cafe y absorber el ambiente único que ofrece.

Café en Bujará
Café en Bujará

Además de los puntos históricos como la plaza Lyabi-Hauz, la mezquita Kalon o los antiguos caravanserais, hay pequeños museos, teterías tradicionales y rincones menos transitados que sólo se descubren al pasear sin apuro. Por eso, si tu itinerario te lo permite, una estadía de 2 o 3 días es la mejor manera de conectar con la esencia de la ciudad, más allá de los highlights turísticos.

Dónde alojarse en Bujará

Bujará es una ciudad ideal para dormir dentro de la parte antigua, ya que la mayoría de los atractivos turísticos están concentrados allí. A diferencia de otras ciudades grandes, acá no hace falta moverse mucho en transporte: todo se puede recorrer caminando si elegís bien la zona para alojarte.

🏘 Centro histórico: dentro de la muralla

Esta es la mejor zona para empaparse del ambiente tradicional de la ciudad. Dormir cerca de la Plaza Lyabi-Hauz o del Minarete Kalyan te permite estar a pocos pasos de los principales monumentos, mercados y restaurantes. Además, muchos hospedajes están instalados en antiguas casas tradicionales reformadas, con patios internos, decoración de estilo persa y desayunos típicos uzbecos servidos con hospitalidad local.

Calles antiguas de Bujará
Calles antiguas de Bujará

Dentro de esta área hay guesthouses muy económicas ideales para mochileros, pero también boutique hotels con mucho encanto y detalles cuidados. Es una opción perfecta para quienes quieren vivir la experiencia completa de la ciudad antigua, escuchando el llamado a la oración al amanecer y paseando por callejones empedrados sin tráfico ni ruido.

🛏 Zonas más nuevas o fuera del casco antiguo

Si buscás un alojamiento más moderno o con comodidades internacionales, podés mirar hacia el sur del centro histórico o hacia avenidas cercanas como la Bahouddin Naqshbandi Street. Allí vas a encontrar hoteles más grandes, algunos con servicios como spa, gimnasios o mayores facilidades si llegás en auto. Aunque están un poco más alejados, siguen estando a no más de 15-20 minutos caminando de los principales puntos de interés.

También puede ser una buena zona si pensás quedarte más días y querés algo más tranquilo, o si estás haciendo un viaje de trabajo o en grupo. En cualquier caso, Bujará es una ciudad segura y fácil de recorrer, por lo que moverse desde cualquier alojamiento no representa un problema.

Reflexión personal sobre mi paso por Bujará

A diferencia de Samarcanda, donde los monumentos están más dispersos y la ciudad moderna se impone en muchas zonas, Bujará tiene su casco antiguo compacto, pintoresco y cargado de historia. Acá todo está más concentrado: madrazas, mezquitas, minaretes y caravasares se encadenan unos con otros, y caminar por sus callejones empedrados da la sensación de estar transitando una ciudad detenida en el tiempo.

Un argentino en el centro de la Ruta de la Seda :D
Un argentino en el centro de la Ruta de la Seda 😀

Sin embargo, esa magia milenaria se ve a veces opacada por la masificación turística. Los grupos organizados, las tiendas repetidas para extranjeros, las fotos repetidas… todo eso rompe por momentos la ilusión de haber retrocedido siglos. Pero si uno logra escapar a los horarios de mayor afluencia, perderse en un rincón menos transitado o simplemente sentarse en silencio en una plazoleta sombría, Bujará vuelve a revelar su alma.

Video de Bujará

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba