Qué hacer en Rabat y Casablanca en 3 dias

Rabat, la capital del país, sorprende con su elegancia tranquila, sus jardines cuidados y una medina mucho más relajada que la de otras ciudades imperiales. En cambio, Casablanca, la ciudad más moderna y cosmopolita de Marruecos, resalta con su arquitectura art déco, su vida urbana vibrante y la imponente Mezquita Hassan II, que se asoma al Atlántico como un faro cultural. Dos caras distintas de Marruecos, ambas con identidad propia, que merecen al menos una breve parada en tu itinerario.

Ciudad Imperial de Rabat
Ciudad Imperial de Rabat

Tiempo de cambios, un nuevo destino: Marruecos

Después de haber vivido cinco semanas intensas en el Camino de Santiago, compartiendo día a día con las mismas personas y creando vínculos profundos con varios de ellos, volver de golpe a la soledad me dejó una extraña sensación de vacío.

Los últimos días en Madrid fueron distintos a lo que esperaba: me sentía apagado, sin motivación y con una desconexión interna difícil de explicar. No tenía ganas de pasear, de descubrir rincones de la ciudad o de entablar nuevas conversaciones. Mi mente y mi corazón pedían un cambio. Necesitaba otro aire, otra energía, otro destino.

Cruzando los Pirineos el día del Camino de Santiago

Si querés saber mas sobre el Camino de Santiago, podes leer la experiencia completa en este articulo. Allí conocerás todo lo necesario para prepararte para esa épica aventura

La respuesta estaba más cerca de lo que imaginaba. Marruecos se presentaba como la oportunidad perfecta para salir de la monotonía y volver a sentir esa chispa viajera. Un país con otra realidad, otro continente, una lengua distinta, una religión con tradiciones marcadas, una gastronomía exquisita y una cultura fascinante. Tan cerca de España, pero a la vez tan distinta. Fue como un renacer, un reinicio total de esta larga travesía que estoy atravesando.

Este cambio logró que me reenfocara, que afilara nuevamente mis sentidos y despertara en mí esa necesidad de explorar, de sorprenderme y de dejarme llevar por la curiosidad. Volví a sentirme en mi esencia viajera, esa que se alimenta de lo desconocido y se nutre de cada experiencia vivida.

¡Yalla, yalla! (¡Vamos! en árabe). Si alguna vez visitas un país árabe, prepárate para escuchar esta expresión una y otra vez en mercados, calles y conversaciones cotidianas. En Marruecos, fue la melodía de fondo que me acompañó en cada rincón.

Curtidurias en Fez

Este post forma parte del itinerario que armé para recorrer Marruecos en 3 o 4 semanas. Si querés ver el detalle completo, podés leer el artículo principal acá.



Rabat, llegada a Marruecos

Mi puerta de entrada fue Rabat, la capital del país. A diferencia de otras ciudades marroquíes, Rabat es relativamente tranquila, lo que la convierte en el lugar ideal para una inmersión gradual en este nuevo mundo. Aunque, siendo sincero, también influyó bastante el pasaje barato de Ryanair: la conexión desde Madrid me costó apenas unos 40 euros.

Rabat no suele ser la primera ciudad en la lista de quienes viajan por Marruecos, y menos para una primera vez. Encontré en ella un ritmo sereno que no esperaba hallar en una capital. No hay caos extremo ni agobio turístico: hay espacio. Para caminar sin apuro, para observar y, sobre todo, para entrar en el país de a poco.

Vistas del Mar y la ciudad de Rabat
Vistas del Mar y la ciudad de Rabat

Cómo llegar a Rabat desde distintas ciudades de Marruecos (y desde el exterior)

Rabat, además de ser la capital de Marruecos, está muy bien conectada por tren y por carretera con las principales ciudades del país. Llegar hasta ella es bastante sencillo, tanto si ya estás viajando dentro del país como si venís desde el exterior.

Desde Casablanca

Es la ruta más rápida y directa. El tren ONCF sale desde la estación Casa Voyageurs o Casa Port y en menos de una hora te deja en Rabat Ville, justo en el corazón de la ciudad. Los trenes pasan con frecuencia (cada media hora) y el billete cuesta entre 20 y 40 dirhams. Ver horarios y precios en ONCF.

También hay buses, pero el tren es más rápido, cómodo y confiable.

Desde Marrakech

Hay trenes directos que conectan Marrakech con Rabat. El trayecto dura unas 4 horas y media, con salidas regulares todos los días. El billete ronda los 100-150 dirhams, según la clase. Consultar trenes en ONCF.

También hay buses de larga distancia como:

Desde Fez

El tren desde Fez a Rabat tarda entre 2.5 y 3 horas, y hay varias frecuencias diarias. Horarios ONCF Fez – Rabat

También podés optar por buses: CTM Fez – Rabat

Desde el exterior

Rabat cuenta con un aeropuerto internacional, el Rabat-Salé (RBA), que recibe vuelos desde varias ciudades europeas como Madrid, París o Bruselas.
Desde el aeropuerto al centro podés tomar:

  • Taxi oficial (~150 dirhams)
  • Autobús local + taxi (opción más económica, menos directa)

Como ir desde el Aeropuerto de Rabat al centro

El aeropuerto de Rabat es pequeño y no esta tan lejos del centro. Aun así, la manera mas económica para ir a tu alojamiento, si te estas hospedando cerca de la medina o estación de tren, es en un autobús lanzadera.

  • Autobús lanzadera (Línea AE): Conecta el aeropuerto con la estación de tren Rabat Ville. Opera desde las 06:00 hasta las 21:00, con una frecuencia de 30 minutos. El costo es de 20 dirhams. ​
  • Taxi: Los taxis esperan en la salida del aeropuerto; es importante acordar el precio antes del viaje porque no siempre funcionan con taxímetro.

Si no querés complicarte e ir por la comodidad, podes contratar un traslado privado desde este enlace.

Plaza de Yamaa el Fna en Marrakesh

Podes leer la guía completa de viaje por Marruecos. Ahí tenes toda la información necesaria para planificar tu viaje a este fantástico país

Donde alojarse en Rabat

Rabat ofrece una buena variedad de alojamientos, desde riads tradicionales hasta hoteles modernos y opciones más económicas. Estas son algunas zonas recomendadas según el estilo de viaje:

Medina de Rabat

Ideal si querés sumergirte en el ambiente tradicional marroquí. Estás cerca de los zocos, murallas y la vida local.

Dormí en el hostel Auberge De Jeunesse, que esta justo enfrente de la muralla de la medina. Si bien no fue el mas lindo de los que estuve en Marruecos, cumplió con el precio y la ubicación. Ademas me permitió conocer a un par de viajeros interesantes con los que pude conversar un buen rato.

Ville Nouvelle

Más moderna, tranquila y con fácil acceso al transporte. Hay hoteles más occidentales y cafés estilo europeo, para otro tipo de presupuestos

Un buen ejemplo de un alojamiento en esta zona, es el ONOMO Hotel Rabat Terminus, moderno, céntrico y con buen acceso a trenes y tranvía.

Zona costera (Quartier de l’Océan)

Buena opción si preferís algo más relajado, cerca del mar y con una onda más residencial. Es para encontrar Airbnb o guesthouses con vista al mar. Pero esta mas alejado de la estación de tren o la medina.



Mapa de las atracciones de Rabat y Casablanca

Qué hacer en Rabat: entre historia, mar y pausa

Rabat no tiene una lista interminable de atracciones, y con un par de días alcanza para recorrer lo principal. Pero justamente por eso es perfecta para tomársela con calma y conectar con el lugar a otro ritmo.

Entre las principales cosas que podemos ver en Rabat, podemos mencionar las siguientes:

🏰 Visitar la Kasbah de los Udayas

Kazbah de los Uday en Rabat
Kazbah de los Udayas

Cuesta imaginar que este remanso de paz fue alguna vez un bastión militar. La kasbah fue construida en el siglo XII por los almohades y, con el tiempo, se convirtió en refugio de piratas andaluces expulsados de España. Hoy es un rincón que parece detenido en el tiempo, con vistas increíbles al océano Atlántico y un ambiente casi místico al atardecer.

Perderse por sus callejuelas azules, con vistas al río Bou Regreg y al Atlántico, fue uno de esos momentos donde entendés que viajar también es bajar el ritmo. Desde sus murallas se ve el mar, y ahí todo parece calmarse. Si llegás temprano, es probable que estés casi solo.

🌴 Jardines Andaluces

Jardines Andaluces de Rabat
Jardines Andaluces de Rabat

Muy cerca del bullicio, pero en un mundo totalmente aparte, están los Jardines Andaluces, junto al Kasbah de los Udayas. Todo parece ordenado con delicadeza: los senderos de piedra, las flores enmarcadas por muros blancos y azules, y el aroma de las naranjas y las buganvillas. No es grande, pero es un espacio que invita a bajar la marcha, sentarse un rato y dejar que el tiempo simplemente pase.

🕌 Mausoleo de Mohammed V y la Torre Hassan

Mausoleo de Mohammed V
Mausoleo de Mohammed V

Es un lugar de profundo respeto para los marroquíes, donde descansan los restos del rey que lideró la independencia del país. El edificio es una joya de la arquitectura tradicional marroquí, con mármol blanco, techos de madera tallada y mosaicos que parecen hechos con pinceladas. Frente a él se alzan las columnas de lo que iba a ser la mezquita más grande de África, la inacabada Torre Hassan, símbolo de ambición y de historia interrumpida.

Torre de Hassam en Rabat
Torre de Hassan en Rabat

Este conjunto monumental impacta no solo por su historia, sino por su atmósfera. Todo está tan cuidado, tan en silencio, que invita más a la contemplación que a la foto. Es uno de esos lugares donde se siente el peso simbólico del país.

🌴 Pasear por la medina

La medina de Rabat no es un laberinto abrumador. Me gustó caminar sin un rumbo fijo, dejarme guiar por sus sonidos y por la gente. A veces no hace falta buscar nada en particular; la ciudad se revela sola.

A diferencia de la de Fez, que es un laberinto caótico e interminable, o la de Marrakech, que vibra con intensidad y está siempre llena de turistas y comerciantes insistentes, la de Rabat es más tranquila, más vivible. Podés caminar sin presión, sin sentirte perdido a cada paso, y eso la hace ideal si recién estás aterrizando en el país.

Medina de Rabat
Medina de Rabat

Fue en esta medina donde encontré algunos de mis primeros sabores marroquíes, comida callejera sencilla pero riquísima, y donde aproveché para comprar mi SIM card local, algo que recomiendo hacer apenas llegues. Todo en un entorno donde el día a día fluye sin dramatismos y donde el primer contacto con Marruecos se siente amable y auténtico.

🖼️ Galerías y arte callejero

Rabat tiene un costado artístico que a muchos se les escapa. Desde murales de street art en barrios como Yacoub El Mansour hasta pequeñas galerías contemporáneas, hay una energía joven, creativa.

Caminar por el Paseo Costero

Es inevitable encontrarte con el agua en cada paso que das en Rabat. El Atlántico golpea con fuerza y te recuerda que estás en una ciudad con mar, historia y ritmo propio. Ese tramo junto al océano, con la brisa y el sonido de las olas, es perfecto para desconectar y simplemente observar.

Vista a la playa y el faro de Rabat
Vista a la playa y el faro de Rabat

Ruinas de Chellah

Otra visita interesante en Rabat es Chellah, un antiguo asentamiento romano que luego fue transformado en necrópolis por los meriníes en el siglo XIV. Hoy en día, se pueden recorrer sus restos arqueológicos entre murallas, columnas romanas, tumbas islámicas y jardines semisalvajes. Aunque no es tan grande, el lugar tiene una atmósfera particular, y vale la pena visitarlo por su mezcla de historia y naturaleza. Además, es común ver cigüeñas anidando entre las ruinas, lo que le da un toque muy distintivo al paseo.

Visitar Casablanca

Gracias a su cercanía con Casablanca, menos de una hora en tren, hacer una visita de un día a Casablanca desde Rabat es totalmente viable. Si ya recorriste lo esencial de la capital y te queda tiempo, podés aprovechar para conocer esta ciudad más moderna y cosmopolita, famosa por su arquitectura art déco y su imponente Mezquita Hassan II.

Calles de Casablanca
Calles de Casablanca

Actividades organizadas en Rabat

Los tours que recomiendo en esta sección contienen enlaces de afiliado. Eso significa que, si reservás a través de ellos, yo recibo una pequeña comisión sin costo extra para vos. Es una forma de apoyar mi trabajo y ayudarme a mantener vivo este espacio lleno de historias y consejos viajeros. ¡Gracias por acompañarme en el camino ;)!

Algunas capturas de video de Rabat



Un día en Casablanca, caos con muchos contrastes

Llegué a Casablanca por la mañana, y lo que encontré fue la antítesis perfecta de Rabat. Si allá me recibió la calma y un ritmo pausado, acá me envolvió de inmediato el caos vibrante de una metrópoli moderna que nunca parece detenerse. Ruido, movimiento, bocinazos, vendedores ambulantes, oficinas y cafeterías llenas de vida: todo al mismo tiempo.

Calles con neblina en Casablanca
Calles con neblina en Casablanca

Casablanca es una ciudad que abruma, pero con cierto encanto. Su arquitectura refleja esa dualidad constante: desde los elegantes edificios de estilo art déco heredados de la época del protectorado francés hasta la monumental Mezquita Hassan II, que se impone frente al océano con una mezcla de devoción y modernidad.

Es, sin dudas, la ciudad más cosmopolita, urbana y acelerada que visité en Marruecos. Un lugar que te obliga a adaptarte al ritmo o quedarte al margen, pero que no deja indiferente a nadie.

Como ir a Casablanca desde Rabat

Si querés aprovechar bien el tiempo para ir a Casablanca y volver a Rabat en el mismo día, te recomiendo tomar el tren ONCF que sale desde la estación Rabat Ville y en menos de una hora te deja en la estación Casa Port, cerca de las principales atracciones de la ciudad.

Los trenes pasan con frecuencia (cada media hora) y el billete cuesta entre 20 y 40 dirhams. Ver horarios y precios en ONCF.

Que hacer en Casablanca en 1 día

Aunque estuve solo unas horas en Casablanca, fiel a mi estilo, aproveché para recorrerla a pie y explorar sus zonas más representativas. Así que acá te comparto algunas recomendaciones basadas en esa experiencia.

Mezquita Hassan II

Mezquita Hassan II
Mezquita Hassan II

Si hay un lugar que justifica por sí solo una visita a Casablanca, es esta mezquita. Construida a orillas del Atlántico, es una de las más grandes del mundo y la única en Marruecos que permite el ingreso a no musulmanes en visitas guiadas. La arquitectura es impresionante: mármol tallado, mosaicos minuciosos y una cúpula que parece flotar en el cielo.

No pude entrar por falta de tiempo, pero si tenés la oportunidad, no lo dudes. Por si acaso revisá bien los horarios porque son estrictos y cambian según el día.

El Barrio Habous

Otras áreas de la cuidad
Otras áreas de la cuidad

En medio del caos moderno, el Barrio Habous (también conocido como la Nueva Medina) es un pequeño oasis con alma tradicional. Fue construido por los franceses en los años 30, mezclando la arquitectura típica marroquí con un toque europeo ordenado.

Acá es ideal para pasear sin apuro, tomar un té, curiosear en tiendas de especias o de artesanías, y comprar sin tanto regateo como en otras medinas. Fue de los pocos lugares en Casablanca donde sentí que podía bajar un cambio.

Caminar por la Corniche de Ain Diab

Si bien el paseo marítimo frente al Atlántico está un poco alejado del centro, vale la pena acercarse para respirar aire de mar y ver otro costado de la ciudad, más moderno y relajado. Ideal para un atardecer.

Medina Antigua

Aunque más caótica y menos pintoresca que las de Fez o Marrakech, tiene su autenticidad. Es más funcional que estética, pero recorrer sus callejones, donde los locales hacen sus compras diarias, también es una forma de conocer la vida cotidiana de la ciudad. Acá fue donde encontré varios puestos de comida callejera y un ambiente más local.

Algo que me llamó la atención al recorrer la Medina antigua y sus alrededores fue que, por momentos, me recordaron a ciertas zonas humildes de Argentina o de otros países de Latinoamérica. Calles de tierra, construcciones improvisadas, el movimiento cotidiano de la gente… había algo familiar en esa mezcla de desorden y vida real. Pero con una gran diferencia: en ningún momento sentí estar en alerta constante. A diferencia de muchas ciudades latinoamericanas donde me muevo con más precaución, acá pude moverme con total tranquilidad, incluso usar el celular abiertamente. De todas maneras, siempre es recomendable tener precauciones en sitios donde mucha gente va y viene.

Rick’s Café

Si sos amante del cine clásico o simplemente buscás un lugar con ambientación única para tomar algo, este rincón tiene su encanto. Puede parecer turístico, pero tiene su magia.

Sentarse en la Plaza Mohammed V

Plaza Mohammed V
Plaza Mohammed V

Rodeada de edificios de estilo art déco y arquitectura morisca, la plaza combina historia y modernidad con fuentes danzantes y jardines bien cuidados. Es un buen punto de partida para observar el ritmo diario de la ciudad, donde convergen locales, turistas, vendedores ambulantes, funcionarios y palomas…muchas palomas, todo en un mismo escenario que refleja la energía vibrante de esta metrópoli.

Actividades Organizadas en Casablanca



🎬 La película Casablanca y su conexión con Marruecos

Poster de la película Casablanca
Poster de la película Casablanca. Foto por Bill Gold

Aunque muchos viajeros llegan a la ciudad de Casablanca esperando encontrar escenarios de la mítica película del mismo nombre, lo cierto es que el film nunca se rodó en Marruecos. La icónica Casablanca (1942), protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, fue completamente filmada en estudios de Hollywood. Sin embargo, eso no impidió que el nombre de la ciudad quedara para siempre asociado al romance, la intriga y el exotismo del norte de África.

La trama se sitúa en plena Segunda Guerra Mundial, cuando Casablanca era un punto estratégico para refugiados europeos que intentaban huir hacia América. La ciudad, bajo control francés, se convierte en escenario de encuentros, tensiones políticas y amores imposibles. Esa atmósfera de tránsito, esperanza y nostalgia aún sigue siendo parte del imaginario que muchos viajeros asocian con Marruecos.

Algunos bares han recreado el famoso Rick’s Café, ofreciendo a los turistas la oportunidad de revivir el ambiente de la cinta con jazz en vivo y decoración de época. Si bien es una experiencia algo turística, para los fanáticos del cine clásico puede ser un lindo guiño cultural.

Algunas capturas de video de Casablanca

Reflexiones finales sobre mis primeros días en Marruecos

Marruecos fue ese cambio que mi espíritu necesitaba. Una nueva perspectiva, una bocanada de aire fresco y la oportunidad de reconectar con mi amor por este gran viaje que emprendí. Sin duda, este país me devolvió las ganas de seguir explorando el mundo con los ojos bien abiertos.

Respecto a Rabat y Casablanca, no puedo decir que no valieron la pena, porque cada lugar suma algo al viaje, pero tampoco las pondría entre los destinos imprescindibles si estás planeando tu primera vez en Marruecos. Rabat tiene su encanto calmo, ideal para una llegada suave al país, mientras que Casablanca impresiona por su escala, su mezcla de caos y modernidad… pero no le encontré esa magia que vine buscando a estas tierras.

Pero como prólogo de este viaje funcionaron muy bien. Me dieron el tiempo y el ritmo justo para adaptarme a Marruecos, entender cómo moverme por el país, practicar algunas palabras en árabe, y empezar a decodificar esa mezcla de tradición y modernidad que atraviesa todo. Fueron una primera aproximación amable a una cultura que, aunque distinta a la mía, me empezaba a resultar cada vez más cercana.

La historia continúa en el próximo destino de este itinerario por Marruecos: la encantadora ciudad azul de Chefchaouen, enclavada entre las montañas del Rif.

Antes que la Mezquita fuera tapada por la neblina
Antes que la Mezquita fuera tapada por la neblina

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba