Chefchaouen, la joya azul del Rif, es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento de fantasía. Ubicada al norte de Marruecos, esta pequeña ciudad cautiva a cada paso con sus callejones empedrados, puertas talladas y paredes pintadas en todos los tonos de azul. Más allá de su conocida belleza fotogénica, Chefchaouen tiene una atmósfera relajada, perfecta para perderse sin rumbo, saborear un té a la menta con vistas a las montañas o simplemente dejarse llevar por la tranquilidad que tanto contrasta con el bullicio de otras ciudades marroquíes.
Además de perderme en su hipnótica medina, me aventuré a un trekking de 2 días en las montañas del Rif por libre, hasta llegar a la cascada Akchour. Las vistas panorámicas del camino son muy lindas, pero también revelan otra cara del lugar: los vastos campos de hachís en las aldeas cercanas, una de las principales fuentes de producción de esta sustancia que luego se exporta a Europa. No es de extrañar que en cada esquina de la ciudad alguien te ofrezca “el mejor hachís del mundo” con insistencia.
En esta guía te cuento qué ver, qué hacer y por qué este rincón azul es uno de los imperdibles del país.

Este post forma parte del itinerario que armé para recorrer Marruecos en 3 o 4 semanas. Si querés ver el detalle completo, podés leer el artículo principal acá.

Indice de Contenido
Llegando a la ciudad azul de Chefchaouen
Llegué a Chefchaouen desde Rabat en bus, y el contraste fue inmediato. No solo cambió el paisaje, pasando del atlántico a las montañas del Rif, sino también el ritmo, la atmósfera y hasta la energía del lugar. Mientras Rabat es una ciudad moderna y administrativa, Chefchaouen parece sacada de una postal, con su inconfundible estética azul que lo envuelve todo: paredes, puertas, escaleras y hasta macetas.

Cada rincón parece cuidadosamente pintado para deslumbrar, y caminar por sus callejones empedrados es como recorrer una galería de arte al aire libre, donde la luz juega con los tonos celestes y crea una atmósfera mágica que no se parece a ningún otro lugar de Marruecos.
Si llegás a Chefchaouen en bus como yo, te va a dejar en la estación principal, ubicada a unos 1,2 km de la entrada de la Medina (ver en el mapa la ubicación de la terminal). El camino hasta el centro es cuesta arriba, así que si llevás equipaje pesado o llegás en horas de mucho calor, puede resultar un poco exigente. Tené en cuenta que hay taxis disponibles afuera de la terminal, aunque el trayecto es corto, así que conviene acordar el precio antes de subir.

Si te interesa, podés leer el artículo donde cuento que hacer en Rabat y Casablanca en 3 días
Como llegar a Chefchaouen
La opción más común y económica para llegar a Chefchaouen es en Bus
CTM y Supratours son las compañías más confiables y cómodas para viajar en Marruecos para los turistas.
- Desde Tánger: La duración del viaje es de 2–3 horas aproximadamente. Tiene servicios muy frecuentes, con varias salidas diarias.
- Desde Fez: La duración del viaje es de 4–5 horas. Ruta un poco más larga pero muy usada por viajeros. Algunos buses hacen paradas en pueblos intermedios
- Desde Rabat: Duración: 7–8 horas. Hay directos y con transbordo en otra ciudad como Tanger. Suele haber paradas en pueblos intermedios
También se puede llegar en taxi compartido (grand taxi)
- Disponible en estaciones interurbanas, sobre todo en Tetuán o Tánger.
- Más rápidos que el bus, pero menos cómodos.
- Requiere regateo y a veces esperar hasta que se llenen los asientos.
O en coche de alquiler
- Excelente opción si querés libertad y explorar a tu ritmo.
- Las rutas hacia Chefchaouen están en buen estado, pero son montañosas y con curvas.
- Ideal para combinar con paradas en pueblos del Rif o llegar desde destinos menos conectados.
¿Se puede llegar en avión a Chefchaouen?
No, Chefchaouen no tiene aeropuerto. El más cercano es el de Tánger Ibn Battuta. Desde allí podes tomar los otros medios que mencionaba anteriormente.
Si querés olvidarte de toda la logística, también podés contratar un traslado privado a través de la empresa Civitatis.

Podes leer la guía completa de viaje por Marruecos. Ahí tenes toda la información necesaria para planificar tu viaje a este fantástico país
Donde alojarse en Chefchaouen
A la hora de buscar alojamiento en Chefchaouen, hay dos zonas bien diferenciadas: dentro de la medina y fuera de ella. Hospedarse dentro de la medina significa estar en el corazón del encanto azul, rodeado de calles estrechas, arquitectura tradicional y a pocos pasos de los principales atractivos. Es ideal para quienes quieren vivir la experiencia más auténtica. Por otro lado, alojarse fuera de la medina ofrece opciones más tranquilas, muchas veces con vistas panorámicas a toda la ciudad, y con mejor acceso en coche o transporte público. Ambas zonas tienen su encanto, y la elección dependerá del estilo de viaje que busques.
Mi recomendación personal es alojarse dentro de la medina. Hay opciones para todos los gustos: desde riads de primer nivel hasta hostels económicos para mochileros. La medina es bastante compacta, por lo que podés moverte a pie sin problemas. Eso sí, tener en cuenta que al estar construida sobre la ladera de las montañas, vas a encontrar subidas y bajadas constantes en sus callecitas empedradas.
Me hospede en el Hotel Souika (ver ubicación en el mapa) y la verdad no me puedo quejar. Buen ambiente, buenas habitaciones y una linda terraza para socializar o descansar.

¿Por qué Chefchaouen es azul?
Si por algo es famosa la ciudad de Chefchaouen es por su tono azul inconfundible que cubre sus callecitas, casas y escaleras, pero ¿por que ese color azul? Bueno, hay varias teorías al respecto:
- Origen judío: muchos creen que esta tradición comenzó en el siglo XV, cuando judíos que huían de la Inquisición se refugiaron en la ciudad y comenzaron a pintar sus casas de azul, un color que en su cultura representa el cielo, la espiritualidad y la presencia divina.
- Propósito práctico: otros aseguran que el color azul ayuda a mantener alejados a los mosquitos.
- Refrescante y fotogénico: algunos simplemente dicen que el azul suaviza el calor del sol y le da un aire fresco a la ciudad.

Chefchaouen y el hachís: lo que deberías saber antes de visitar el Rif
Una de las realidades que forma parte del paisaje rural en los alrededores de Chefchaouen, y en buena parte del Rif marroquí, es el cultivo del hachís. Esta práctica, arraigada desde hace generaciones, representa una fuente de sustento para muchas familias de la zona. Si bien el consumo y comercio de cannabis no es legal en Marruecos, desde 2021 se aprobó una ley que permite su cultivo con fines medicinales e industriales bajo un marco regulado, principalmente en esta región norteña.
Durante las caminatas por las montañas que rodean la ciudad o hacia lugares como las cascadas de Akchour, no es raro divisar pequeñas parcelas sembradas con plantas de cannabis creciendo entre terrazas, o incluso encontrarse con locales que, con naturalidad, hablan del tema o intentan ofrecerte algo.
En época de cosecha, una vez que las plantas han sido recolectadas y secadas, comienza el proceso artesanal de extracción del hachís. Esto suele hacerse en habitaciones cerradas donde se coloca la planta seca sobre una malla, y se la golpea rítmicamente para que la resina se desprenda. Ese polvo fino es lo que luego se compacta hasta formar las placas de hachís que circulan en los mercados, tanto locales como internacionales.
Para quienes vienen de culturas donde esto es un tabú o está altamente penalizado, puede resultar chocante al principio. Es común ver y escuchar a muchos hombres ofreciendo hachís a los turistas casi abiertamente, en plena calle y sin ningún tipo de disimulo. A menudo destacan que proviene de su propia cosecha, como si eso fuera un sello de calidad. Esto forma parte del paisaje económico y social del Rif, y entenderlo sin juzgar permite conectar de forma más auténtica con la realidad de quienes viven allí.
Aprender sobre estas dinámicas forma parte del viaje y nos recuerda que cada cultura tiene sus propias complejidades.

Mapa de principales atracciones en Chefchaouen
Que hacer en Chefchaouen
Aunque es una ciudad pequeña, Chefchaouen tiene un encanto que invita a tomarse el tiempo con calma. Más que correr de atracción en atracción, lo ideal acá es perderse entre sus calles azules, dejarse sorprender por cada rincón y disfrutar del ritmo pausado que define la vida local. Aun así, hay varios lugares que no deberías perderte para sacarle el jugo a tu visita y a esa cámara que seguro llevas con vos. Acá te cuento las principales cosas que hacer en esta joya del norte de Marruecos.
Explorar la Medina Azul
La actividad número uno. Caminar sin rumbo por sus callecitas azules es un plan en sí mismo. Cada rincón es fotogénico y tiene su propia magia. No tengas miedo de desviarte: es una ciudad segura y fácil de recorrer.

Plaza Uta el-Hammam
Es el corazón de la ciudad, rodeada de cafés, restaurantes y la antigua Kasbah. Ideal para sentarse a observar la vida local con un té de menta.

Mezquita Española
Ubicada en una colina frente a la medina, podés llegar caminando en unos 30 minutos. Es un excelente lugar para ver el atardecer con vista panorámica de la ciudad azul.

Visitar las Cascadas de Akchour
Las Cascadas de Akchour son una de las excursiones más recomendadas desde Chefchaouen. Ubicadas en el Parque Nacional de Talassemtane, a unos 30 km de la ciudad, ofrecen una experiencia natural única en las montañas del Rif.
Llegué a la cascada después de un trekking de dos días desde Chefchaouen, pero lo que encontré no fue precisamente impresionante: apenas un hilo de agua cayendo suavemente. Resultó que no era época de lluvias, y eso le quitó gran parte del atractivo al lugar.

¿Qué ver en Akchour?
- La Gran Cascada: Una caída de agua rodeada de vegetación exuberante. La caminata hasta aquí es de aproximadamente 2 horas desde el inicio del sendero de la entrada (ojo, no desde Chefchaouen, ese es otro trekking).
- El Puente de Dios: Una formación rocosa natural en forma de arco que cruza el río. Este punto se alcanza en una caminata de unos 45 minutos desde el inicio del sendero.
Ambos senderos están bien señalizados y ofrecen vistas muy bellas del entorno natural.
¿Cómo llegar desde Chefchaouen?
- Taxi compartido (Grand Taxi): Desde la avenida Hassan II, cerca de la comisaría de policía, salen taxis compartidos hacia Akchour. El trayecto dura unos 45 minutos y cuesta alrededor de 25 dirhams por persona
Trekking en las montañas del Rif

Los alrededores montañosos son ideales para hacer caminatas cortas o incluso rutas más largas hacia el Parque Nacional Talassemtane, con paisajes verdes, ríos y cascadas. Alli encontraras senderos con vistas a los valles y aldeas bereberes. En otra entrada les contare mi experiencia haciendo un trekking por los valles del Rif, solo y gratis, desde Chefchaouen hasta la cascada Akchour.
Pero si querés, también podes hacerlo guiado en un tour. La empresa Civitatis ofrece esta ruta privada de 2 o 4 días de trekking de Chefchaouen a Akchour
Actividades organizadas
Los tours que recomiendo a continuación contienen enlaces de afiliado. Eso significa que, si reservás a través de ellos, yo recibo una pequeña comisión sin costo extra para vos. Es una forma de apoyar mi trabajo y ayudarme a mantener vivo este espacio lleno de historias y consejos viajeros. ¡Gracias por acompañarme en el camino ;)!

📸 Mejores lugares para sacar fotos en Chefchaouen
Chefchaouen, conocida como la “Perla Azul” de Marruecos, es un destino fotográfico por excelencia. A continuación, te menciono alguno de los mejores spots para fotos, además de dejártelos marcado en el mapa para que puedas guardarlos y llevarlos con vos.
Calle Sidi Bouchouka
Uno de los rincones más icónicos. Es un callejón azul con escaleras y macetas, lleno de plantas colgantes y puertas pintadas. Está cerca del hotel Casa Perleta.

Puertas pintadas y detalladas
Caminá sin rumbo por la medina: cada puerta tiene su propio diseño y muchas están enmarcadas por flores o mosaicos.

Callejón con estrellas amarillas (Escaleras de Bab Souk)
Un punto muy instagrameado por el contraste entre el azul intenso de las paredes y las estrellas decorativas.
La Plaza Uta el-Hammam
Corazón de la ciudad con la Gran Mezquita y la Kasbah de fondo. Ideal para capturar el movimiento local con arquitectura tradicional.

Place El Haouta
Una plaza encantadora con una fuente central y arquitectura típica, perfecta para capturar la esencia local.

Mirador del Monte Bouzaafar (al atardecer)
Una caminata de 20 minutos te lleva al mirador desde donde podés fotografiar todo el casco azul desde arriba, bañado por la luz dorada del atardecer.

Kasbah de Chefchaouen
Una antigua fortaleza en el centro de la medina. Desde sus torres se tienen vistas elevadas de los tejados azules y las montañas del Rif. Además, el patio interior también es muy pintoresco.
Pasajes curvos y túneles
Algunos callejones parecen sacados de una película. Arcos de piedra, sombras suaves y texturas que combinan perfecto con el azul.

Mercados callejeros
Las tiendas de especias, alfombras, jabones y cerámicas coloridas aportan un toque más vivo y humano a las fotos.

Lavadero tradicional de Ras el-Maa
Un rincón tranquilo con agua corriente, mujeres lavando ropa y una atmósfera rural que contrasta con la medina.
Hoteles y riads con rooftops
Muchos alojamientos, como el Hotel Dar Sababa, tienen terrazas con vistas panorámicas atractivas, especialmente al amanecer.
Reflexiones finales sobre mi visita a Chefchaouen
Chefchaouen fue la primera ciudad de Marruecos que realmente me gustó. Después de conocer Rabat, la capital, o la caótica Casablanca, acá encontré un ambiente mucho más tranquilo y agradable. Conocí a personas muy amables, me sentí cómodo caminando por sus calles (a pesar de los insistentes vendedores de Hachís) y disfruté mucho la experiencia del trekking en las montañas. Fue el primer lugar del viaje donde realmente pude relajarme y conectar con el entorno.
Definitivamente vale la pena incluir Chefchaouen en tu recorrido por Marruecos, especialmente si estás en ciudades cercanas como Fez, Tánger o Tetuán. Llegar no es complicado y la recompensa es enorme: un destino distinto, con un ritmo más calmo, ideal para descansar del caos de otras ciudades y disfrutar de un entorno único entre montañas y calles azules.
El próximo destino en mi ruta por Marruecos es Fez, una ciudad cargada de historia, tradición y con una medina que, dicen, es la más auténtica del país.
Video con algunas capturas de Chefchaouen
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