Valparaíso es una de esas ciudades que parecen hechas para perderse entre callejones, murales y cerros llenos de vida. Con su aire bohemio, artístico y algo caótico, esta ciudad portuaria de Chile no deja a nadie indiferente. Sus casas de colores colgadas sobre las laderas, los ascensores que suben y bajan por los cerros, y el contraste entre lo antiguo y lo moderno le dan una personalidad única, distinta a cualquier otra ciudad del país.
Además aproveché para visitar Viña del Mar, una ciudad muy distinta a Valparaíso pero que complementa perfecto el viaje. Conocida como la “Ciudad Jardín”, Viña tiene un aire más ordenado, con amplias avenidas, parques y un ambiente playero que se contrapone con lo que ofrece Valpo.
Pasar un día recorriendo sus playas, paseando y disfrutando de los miradores es una excelente manera de conocer otra cara de la costa chilena.

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La importancia de Valparaíso para Chile
Valparaíso no es solo un destino turístico pintoresco; también es una ciudad de enorme relevancia histórica, cultural y económica para Chile. Su puerto, uno de los más importantes del país, ha sido durante siglos la puerta de entrada al comercio internacional, conectando a Chile con el mundo y facilitando el desarrollo económico de la región.
La ciudad es también un epicentro del arte y la cultura, con festivales, museos y una vibrante escena de murales que la han llevado a ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2003.

Pero más allá de su importancia histórica y cultural, lo que enamora de Valparaíso es su atmósfera. Es un lugar donde el arte callejero se convierte en protagonista, donde siempre hay un café, un bar o una galería escondida esperando ser descubierta, y donde cada caminata puede terminar en un mirador con vistas al océano Pacífico.
El Festival de Viña del Mar
Uno de los eventos más famosos de Chile y de toda Latinoamérica es el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Se celebra cada verano en la Quinta Vergara, generalmente durante la segunda quincena de febrero, y reúne a artistas de talla mundial junto con competencias musicales que han lanzado a la fama a muchos cantantes de la región. Más allá de lo musical, el festival se ha convertido en un verdadero espectáculo televisivo que atrae a miles de visitantes y espectadores, tanto chilenos como extranjeros.
Aunque yo no coincidí con el festival en mi visita, es imposible hablar de Viña del Mar sin mencionarlo. Si planeás viajar en febrero, tené en cuenta que los precios de alojamiento suben bastante y conviene reservar con anticipación.
Cómo ir desde Santiago a Valparaíso y Viña del Mar
La manera más sencilla de llegar desde Santiago a Valparaíso o Viña del Mar es en bus interurbano. Los buses salen con mucha frecuencia (cada 15–30 minutos) desde los terminales Alameda, Pajaritos y San Borja. El trayecto dura alrededor de 1 hora y 45 minutos a Valparaíso y unos 15 minutos más si tu destino final es Viña del Mar.
Las empresas más conocidas que hacen este recorrido son TurBus y Pullman Bus, con tarifas accesibles y buena frecuencia durante todo el día. Los buses son cómodos, algunos incluso con opción de semi-cama, aunque para un viaje tan corto no hace mucha falta.

Una vez en Valparaíso, desde la terminal de buses podés caminar o tomar colectivos y ascensores para ir a los cerros principales. Si tu destino es Viña del Mar, la terminal está muy cerca del centro y la costanera, por lo que es fácil moverse a pie o en transporte público.
En auto, el viaje también es directo: se toma la Ruta 68, que conecta Santiago con la costa en unas 2 horas aproximadamente. La ventaja es que podés parar en el camino en lugares como el Valle de Casablanca, famoso por sus viñedos.
Mapa con atracciones para ver en Valparaíso y Viña del Mar
Qué hacer en Valparaíso
Pasear por los cerros Alegre y Concepción
Son los barrios más pintorescos y turísticos de Valparaíso, ideales para recorrerlos sin prisa y dejarse llevar por su ambiente bohemio. Sus calles empinadas están repletas de casas de colores, hostales con encanto, cafés con terrazas, galerías de arte y murales que transforman cada rincón en una especie de museo al aire libre.

Una de las mejores formas de explorarlos es caminar por sus pasajes y escaleras decoradas, como el famoso Paseo Dimalow o el Pasaje Bavestrello. Desde los miradores, como el Paseo Gervasoni o el Paseo Atkinson, se tienen vistas espectaculares del puerto y de los cerros vecinos, perfectas para sacar fotos.

En estos cerros también vas a encontrar pequeñas tiendas de diseño local, librerías y talleres de artistas, lo que los convierte en un gran lugar para comprar algún recuerdo diferente. La gastronomía tampoco se queda atrás: hay restaurantes con platos típicos chilenos y cocina internacional con terrazas que ofrecen panorámicas únicas.

Recorrer el Cerro Concepción y el Cerro Alegre es, sin dudas, una de las experiencias imperdibles en Valparaíso, porque reflejan la esencia artística y cultural de la ciudad.
Subir en los ascensores históricos
Valparaíso tiene varios ascensores (funiculares) que conectan la parte baja con los cerros. Aunque algunos ya no funcionan, todavía se pueden usar varios como el Ascensor Reina Victoria o el Artillería. Además de ser un medio práctico, son parte de la historia viva de la ciudad.

Admirar el arte callejero
El street art es uno de los grandes atractivos de Valparaíso y lo que le da ese aire tan auténtico y bohemio. Las calles y escaleras de la ciudad son un lienzo abierto donde artistas locales e internacionales han dejado su huella.

Algunos murales imperdibles son:
- El “Paz y Amor” en la escalera Templeman, uno de los más fotografiados.
- El mural del “Gato de colores” en el Pasaje Fischer.
- El “We are not hippies, we are happies”, que se ha vuelto casi un ícono en el Cerro Alegre.
- Los trabajos del artista chileno Inti Castro, con personajes coloridos de estilo andino que aparecen en distintos rincones de la ciudad.

Cada callejón ofrece una sorpresa distinta, y lo mejor es caminar sin rumbo fijo. También existen tours guiados de street art que ayudan a entender mejor la historia y el mensaje detrás de las obras.
Visitar La Sebastiana, casa de Pablo Neruda
Uno de los lugares más emblemáticos es la casa-museo de Pablo Neruda en Valparaíso. Desde su interior se pueden conocer objetos curiosos que coleccionaba el poeta, mientras que desde sus ventanas se tienen unas vistas espectaculares de la ciudad y el mar.
Caminar por el puerto y la Plaza Sotomayor
La zona del puerto es el corazón histórico de Valparaíso. La Plaza Sotomayor, con su imponente monumento a los héroes de Iquique, es un buen punto de partida para explorar el barrio. Desde allí también se pueden tomar paseos en barco para ver la ciudad desde el mar.

Recorrer el mercado El Cardonal
Un clásico para los que disfrutan la vida local. En este mercado se venden frutas, verduras, mariscos y otros productos frescos. Además, en el segundo piso hay cocinerías populares donde se puede probar comida chilena a buen precio.
Subir al Cerro Artillería
Desde este cerro se obtiene una de las mejores vistas panorámicas del puerto y la ciudad. El Ascensor Artillería lleva directo hasta arriba, donde también está el Museo Marítimo Nacional, interesante para quienes quieran profundizar en la historia naval de Chile.
Dónde dormir en Valparaíso
La mejor zona para hospedarse en Valparaíso es sin dudas la de los cerros más turísticos, como Cerro Alegre y Cerro Concepción. Allí se concentran hostales, hoteles boutique y departamentos con mucho estilo, rodeados de murales, cafés y restaurantes con terrazas que ofrecen vistas al puerto y a la ciudad. Es un área muy pintoresca, ideal para moverse caminando y disfrutar del arte callejero sin estar lejos de los principales atractivos.

Si buscás un ambiente más mochilero y económico, vas a encontrar hostels con onda juvenil y espacios compartidos donde se conoce gente fácilmente.
En cambio, si preferís más tranquilidad y comodidad, hay hoteles boutique instalados en casas antiguas restauradas, que mantienen ese aire patrimonial tan propio de Valpo.
Otra opción es hospedarse en el centro de la ciudad, cerca de la estación Puerto, aunque personalmente no me gustó tanto el ambiente por la noche.
Actividades organizadas desde Valparaíso
Escapada a Viña del Mar desde Valparaíso
A solo 15 minutos en bus o metro desde Valparaíso, se encuentra Viña del Mar, conocida como “la ciudad jardín”. Es el complemento perfecto para quienes visitan Valpo, porque ofrece un contraste total: mientras Valparaíso es caótico, colorido y bohemio, Viña es más ordenada y con un aire más playero.
Es ideal dedicarle al menos un día entero si la idea es relajarse en la playa o recorrerla con calma. Viña del Mar y Valparaíso están tan cerca y tan conectadas que se pueden visitar en el mismo viaje sin complicaciones.

Cómo moverse entre Valparaíso y Viña del Mar
La buena noticia es que Valparaíso y Viña del Mar están muy cerca: apenas unos 10 km las separan, por lo que es fácil combinarlas en un mismo viaje. La opción más cómoda y económica es el Metro de Valparaíso (Merval), que conecta ambas ciudades en unos 15 minutos de trayecto. Los trenes son frecuentes, seguros y cuentan con varias paradas intermedias.
Otra alternativa son los buses locales, que salen constantemente desde distintos puntos de Valparaíso y llegan al centro de Viña del Mar. Son un poco más lentos por el tráfico, pero muy baratos y útiles si querés bajarte en alguna parada intermedia.
También podés optar por un remis o aplicación de transporte como Uber, aunque el costo será bastante mayor. Mi recomendación es usar el metro: rápido, confiable y la mejor forma de moverse entre estas dos ciudades costeras.
Qué hacer en Viña del Mar
Viña del Mar, conocida como la “Ciudad Jardín”, es uno de los destinos más turísticos de Chile y un clásico para quienes visitan la zona central del país. Con playas, jardines, miradores y construcciones históricas, ofrece planes variados tanto para relajarse como para pasear y descubrir rincones interesantes.
Reloj de Flores
Uno de los íconos más fotografiados de Viña del Mar. Este reloj, creado con flores naturales que cambian según la estación, se encuentra al pie del cerro Castillo y se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Es un lugar para detenerse, sacar fotos y dar un paseo por los alrededores.

Castillo Wulff
Ubicado frente al mar, este castillo de estilo europeo construido a comienzos del siglo XX es otro de los emblemas de Viña. Además de su llamativa arquitectura, funciona como centro cultural y suele albergar exposiciones temporales. El entorno, con las olas rompiendo en las rocas, le da un encanto especial.

Playas urbanas
Viña cuenta con varias playas donde se puede disfrutar del sol y del mar, aunque hay que tener precaución porque la corriente suele ser fuerte. Entre las más céntricas están Playa Acapulco y Playa El Sol, muy concurridas en verano, con servicios, restaurantes y un ambiente animado.

Dunas de Concón y Mirador de la Roca Oceánica
A pocos kilómetros de Viña, en la vecina localidad de Concón, se encuentran las famosas dunas, un espacio natural donde se puede caminar, hacer sandboard o simplemente contemplar el paisaje costero.

Muy cerca está el mirador de la Roca Oceánica, un punto espectacular para ver el mar y el atardecer. Eso sí, conviene estar atentos y no descuidar las pertenencias, ya que en la zona se han reportado algunos robos.

Personalmente, fue lo que más me gustó de todo lo que se puede hacer desde Viña del Mar: hay un contraste muy marcado entre la arena de las dunas, el mar rompiendo con fuerza y la ciudad que se divisa a lo lejos.
Cómo ir a las Dunas de Concón desde Viña del Mar
Las Dunas de Concón están a unos 12 km al norte de Viña del Mar y llegar es bastante sencillo. La manera más práctica es tomar un bus que recorra la Avenida Borgoño, la ruta costera que conecta ambas ciudades. Estos buses se pueden abordar en distintos puntos de Viña del Mar, y en unos 30 a 40 minutos te dejan muy cerca de las dunas.
Si estás en modo mochilero, también podés llegar caminando desde Reñaca bordeando la costa. Es un trayecto de unos 5 km que, aunque lleva tiempo, regala muy lindas vistas del océano y la brisa marina de fondo.
Una vez en Concón, las dunas se encuentran justo frente al mar, al lado de la avenida principal, por lo que no tiene pérdida.
Playa Reñaca
Ubicada al norte de Viña del Mar, es probablemente la playa más famosa de la ciudad. Sus aguas frías pero de intenso azul atraen tanto a locales como a turistas, y en verano el ambiente es muy animado, con bares, restaurantes y discotecas en los alrededores. Reñaca también es conocida por su estilo más “playero chic”, donde se mezclan familias, jóvenes y surfistas.

Donde dormir en Viña del Mar
Algunos viajeros prefieren quedarse en Viña del Mar y visitar Valparaíso durante el día, ya que la ciudad tiene un ambiente más residencial y tranquilo. En Viña hay una gran oferta de hoteles de cadenas internacionales, departamentos de alquiler y hostales cerca de la playa, lo que la convierte en una opción interesante si buscás comodidad o viajás en familia.
Sin embargo, a mí personalmente Viña no me convenció demasiado: la encontré un poco venida a menos y sin tanto encanto como Valparaíso. Puede que en verano el ambiente sea distinto, con más movimiento en la costa y vida nocturna, pero si tu idea es empaparte del arte y la esencia cultural, sin dudas Valparaíso es una mejor base para alojarse.
¿Son seguros Valparaíso y Viña del Mar?
Valparaíso es una ciudad muy pintoresca y llena de vida, pero es importante tomar precauciones, especialmente por la noche y en la zona del puerto. Caminando de día por los cerros y los barrios turísticos como Cerro Alegre o Cerro Concepción, la experiencia es bastante segura, con mucha gente transitando y locales atentos.
Sin embargo, por la noche, algunas calles menos iluminadas y alejadas del centro pueden tener un ambiente un poco más turbio. Se recomienda evitar zonas solitarias, no mostrar objetos de valor y mantenerse en calles principales. Como en cualquier ciudad turística, estar atento y usar el sentido común hará que tu visita sea más tranquila.

Viña del Mar también es bastante segura para recorrer de día, pero como en la mayoría de los destinos urbanos de Chile conviene mantener ciertas precauciones. Es recomendable no dejar objetos de valor a la vista, especialmente en las playas y miradores, donde suelen darse hurtos oportunistas. De noche, lo mejor es moverse por las zonas más concurridas y evitar caminar solo por lugares poco iluminados.
Cuántos días quedarse en Valparaíso y Viña del Mar
Si bien muchas personas hacen una excursión de un día desde Santiago, lo ideal es quedarse al menos 2 o 3 días para disfrutar con calma todo lo que Valparaíso y Viña del Mar tienen para ofrecer.
Con un día completo podés recorrer los cerros Alegre y Concepción, admirar los murales más famosos, subir en alguno de los ascensores históricos y terminar el día disfrutando de la vida nocturna bohemia de Valpo.

Con dos días, ya podés sumar una escapada a Viña del Mar para disfrutar sus playas, pasear por la costanera y conocer lugares icónicos como el Reloj de Flores o el Castillo Wulff.
Si tenés tres días o más, podés dedicar tiempo a explorar otros cerros menos turísticos de Valparaíso, hacer un tour de street art más completo, probar su gastronomía en distintas picadas locales o incluso visitar alguna viña en los valles cercanos.
La combinación de ambas ciudades es perfecta porque, a pesar de estar a pocos minutos de distancia, muestran dos caras muy distintas del litoral chileno: Valparaíso con su caos encantador y Viña con su aire ordenado y playero.
Reflexiones sobre mi visita a Valparaíso y Viña del Mar
Valparaíso es una ciudad que me resultó muy pintoresca y auténtica. Sus cerros llenos de colores, la arquitectura algo desordenada pero con personalidad, y sobre todo el arte callejero, la convierten en un lugar único.
Caminar por sus calles empinadas y descubrir murales en cada esquina fue de lo que más disfruté de la visita. Tiene una vibra distinta a Santiago y a Viña del Mar: más bohemia, artística y hasta caótica en el buen sentido.

Eso sí, el ambiente cambia según la zona y la hora. Durante el día es un placer perderse por los cerros, pero en los alrededores del puerto o por la noche noté que el ambiente se ponía un poco más turbio e inseguro, por lo que conviene tener precaución.
Aun así, creo que Valparaíso es un destino que merece al menos tres días completos para absorber su esencia, visitar varios cerros, disfrutar del arte urbano y, por supuesto, aprovechar la cercanía para escaparse también a Viña del Mar.
En cuanto a Viña del Mar, la verdad es que no me terminó de convencer. Tal vez influyó que la visité fuera de temporada, cuando no había tanto movimiento ni el clima ideal para disfrutar de la playa, pero aun así la sentí un poco dejada y venida a menos.
El paseo costero y algunas edificaciones me parecieron descuidados, y en general no me transmitió el mismo atractivo que Valparaíso. Quizás en verano se vea con otra energía, pero en mi caso no me resultó un lugar al que volvería con muchas ganas.