Visitar Israel es encontrarse con sitios cargados de historia y paisajes únicos. Uno de los recorridos más fascinantes para hacer desde Jerusalén en un solo día combina dos de sus mayores atractivos: la imponente fortaleza de Masada y el singular Mar Muerto, el punto más bajo del planeta. Es una excursión que mezcla arqueología, naturaleza y experiencias inolvidables en un mismo viaje.
La ruta hacia el desierto de Judea ya es parte del atractivo, con montañas áridas, vistas al valle del Jordán y paisajes que parecen de otro mundo. Llegar a Masada y recorrer sus ruinas en lo alto de una meseta es revivir parte de la historia judía más significativa. Y terminar el día flotando en las aguas saladas del Mar Muerto es, sin dudas, el broche perfecto para una excursión inolvidable.

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La fortaleza de Masada
Masada es una antigua fortaleza situada en lo alto de una meseta rocosa en el desierto de Judea, cerca del Mar Muerto. Su ubicación estratégica le permitía dominar los valles circundantes y resistir ataques, lo que la convirtió en un símbolo de resistencia y fortaleza a lo largo de la historia.

Construida originalmente por el rey Herodes el Grande en el siglo I a.C., Masada fue diseñada como un complejo palaciego con murallas, cisternas para almacenar agua y edificios destinados a la vida cotidiana de la élite.

El lugar se hizo especialmente famoso por el asedio romano en el año 73-74 d.C., durante la Primera Guerra Judeo-Romana. Un grupo de judíos conocidos como los zelotes se refugió allí para resistir la ocupación romana.
Según la historia, cuando los romanos finalmente lograron entrar, los defensores prefirieron quitarse la vida antes que rendirse, convirtiendo Masada en un poderoso símbolo de coraje y libertad en la cultura judía.
Hoy en día, sus ruinas conservadas, como palacios, almacenes y murallas, permiten imaginar cómo fue la vida en este enclave aislado y apreciar la magnitud de su historia.

Excursión de un día desde Jerusalén: consejos prácticos
Hacer la visita a Masada y el Mar Muerto en un solo día desde Jerusalén es totalmente posible, pero conviene planificarla bien para aprovechar el tiempo. La mayoría de los tours salen temprano por la mañana, alrededor de las 7 u 8 a.m., para llegar a Masada antes del calor intenso y poder recorrer la fortaleza con calma.
Si vas por tu cuenta en auto, la ruta es sencilla: desde Jerusalén se tarda aproximadamente 1 hora y 30 minutos hasta Masada. Después de recorrer la fortaleza, el Mar Muerto queda a solo unos 15-20 minutos.

La playa pública más conocida y conveniente para los visitantes es Ein Bokek, que cuenta con baños, duchas y estacionamiento, además de un acceso fácil al agua para flotar y aplicarse el barro mineral. Esta playa es ideal si querés una experiencia cómoda sin necesidad de pagar entradas a resorts privados.
Algunos tips útiles:
- Llevar suficiente agua, protector solar, gorra y ropa cómoda para Masada.
- Sandalias y toalla para el Mar Muerto, y cuidado de no meter el agua en los ojos.
- Salir temprano para evitar el calor extremo y las multitudes.
- Si vas en tour, muchos incluyen transporte, guía y entradas, lo que facilita muchísimo la logística.
Con esta organización, se puede disfrutar de Masada y el Mar Muerto en un día completo, haciendo de la excursión una experiencia inolvidable.
Cómo visitar Masada y el Mar Muerto en transporte público
Si no tenés auto, también es posible visitar Masada y el Mar Muerto usando transporte público, aunque requiere un poco más de planificación.
Desde Jerusalén, primero hay que tomar un autobús hacia el desierto de Judea, generalmente desde la estación central de buses. La línea 447 te acerca hasta la zona cercana a Masada, pero no llega a la cima, por lo que después necesitarás subir con el teleférico o caminando por la Snake Path.

Una vez finalizada la visita a Masada, para llegar al Mar Muerto, se puede tomar un autobús local hacia la zona de Ein Bokek. Allí hay paradas cerca de la playa pública, con baños, duchas y acceso directo al agua, ideal para quienes quieran disfrutar del Mar Muerto sin pagar resorts privados.

Desde Ein Bokek, los autobuses regresan a Jerusalén varias veces al día, aunque conviene revisar los horarios con antelación para no quedarse sin transporte de vuelta.
Si bien esta opción es más económica que alquilar un coche o tomar un tour, hay que tener en cuenta que los tiempos de espera y los trasbordos hacen que el día sea más largo. Por eso es recomendable salir temprano por la mañana y llevar agua, protector solar y snacks, para disfrutar del recorrido con comodidad.
Cómo subir a Masada y qué ver en la fortaleza
Hay dos formas principales de llegar a la cima de Masada, cada una con su propio encanto: caminando por la Snake Path o usando el teleférico.
Caminata por la Snake Path
La Snake Path es un sendero empinado que serpentea desde la base de la meseta hasta la cima, recorriendo unos 3,5 kilómetros con un desnivel de más de 300 metros. La caminata suele durar entre 45 minutos y 1 hora, dependiendo del ritmo, y es bastante exigente, especialmente bajo el sol del desierto.

Sin embargo, es la opción preferida para quienes disfrutan de hacer trekking y quieren contemplar las vistas panorámicas del Mar Muerto y el desierto de Judea mientras suben. Es recomendable llevar agua, gorra y protector solar.

Teleférico
Para quienes prefieren una opción más cómoda o tienen poco tiempo, el teleférico es rápido y eficiente. En solo unos pocos minutos te deja directamente en la cima, evitando el esfuerzo físico de la subida.
Además, ofrece una vista distinta del paisaje desde las alturas y permite dedicar más tiempo a recorrer la fortaleza en lugar de concentrarse en la subida.

Precios y horarios para visitar las ruinas de la fortaleza de Masada
Horarios de visita
Verano
- Domingo a jueves y sábados: 08:00 – 17:00
- Viernes y vísperas de feriado: 08:00 – 16:00
Invierno
- Domingo a jueves y sábados: 08:00 – 16:00
- Viernes y vísperas de feriado: 08:00 – 15:00
- Vísperas de feriado especial: 08:00 – 13:00
- Víspera de Yom Kippur: 08:00 – 12:00
Para tener en cuenta antes de ir a Masada
- El ingreso al parque nacional cierra una hora antes del horario oficial de cierre.
- El último teleférico asciende también una hora antes del cierre.
- El acceso al museo es únicamente con reserva previa.
Precios de entrada (sin teleférico)
- Adulto: ₪ 37
- Niño: ₪ 21
- Adulto en grupo: ₪ 31
- Niño en grupo: ₪ 18
- Estudiante: ₪ 31
- Ciudadano israelí mayor: ₪ 19
- Entrada al museo: ₪ 20
De todas formas, te recomiendo siempre chequear el sitio oficial antes de tu visita, ya que los horarios y precios pueden cambiar.
Qué ver en la cima de la fortaleza Masada
Una vez en la cima, Masada ofrece una variedad de ruinas históricas que permiten imaginar cómo era la vida en esta fortaleza. Se pueden recorrer los palacios de Herodes, las cisternas de agua que abastecían a los habitantes durante los asedios, los almacenes y las murallas defensivas que protegían la meseta.

También es posible visitar las casas de los zelotes, los rebeldes judíos que resistieron el asedio romano, lo que aporta un contexto fascinante sobre la resistencia y la vida cotidiana en este lugar aislado.

Para ayudar a los visitantes a comprender mejor la historia, hay paneles informativos y un pequeño museo que explican los hallazgos arqueológicos y la importancia histórica de Masada.

Si coincidís con el amanecer o atardecer desde la cima dicen que son espectaculares, iluminando las montañas y el desierto con tonos dorados y rojizos, dándole un plus al esfuerzo por llegar.

Visita al Mar Muerto
Después de explorar Masada, la siguiente parada ideal es el Mar Muerto, ubicado a poca distancia al este. Este lago salado es famoso por ser el punto más bajo del planeta, a más de 400 metros bajo el nivel del mar, y por sus aguas extremadamente saladas que permiten flotar sin esfuerzo.

La experiencia es única: sumergirse en estas aguas, cubrirse de barro negro rico en minerales y disfrutar del paisaje desértico es algo que no se olvida fácilmente.
Llegar desde Masada es muy sencillo. Si vas en auto o tour, el trayecto suele ser de unos 15-20 minutos hasta las zonas habilitadas para los visitantes.
Hay playas públicas y privadas, algunas con servicios como duchas, baños y alquiler de sillas, mientras que otras ofrecen un ambiente más natural y tranquilo.

Es recomendable llevar sandalias, ropa de baño y toalla, y tener cuidado de no meter el agua en los ojos ni en heridas abiertas, ya que la concentración de sal es muy alta.
Pasar tiempo en el Mar Muerto es también una excelente oportunidad para relajarse tras la caminata por Masada. Muchos viajeros aprovechan para flotar, tomar fotos y aplicarse el barro terapéutico antes de volver a Jerusalén o continuar su ruta por Israel.

¿Se puede visitar Masada y el Mar Muerto desde Tel Aviv?
Sí, es posible, pero hay que tener en cuenta que se trata de un viaje largo para un solo día. La distancia entre Tel Aviv y Masada es de aproximadamente 120 kilómetros, lo que significa unas 2 horas en auto sin contar paradas. Sumando la visita a Masada y al Mar Muerto, más el regreso, el día puede ser muy intenso y agotador.
Para quienes no tienen auto, la opción más práctica es un tour organizado desde Tel Aviv. Muchos operadores ofrecen excursiones de día completo que incluyen transporte, guía, entradas a Masada y tiempo en el Mar Muerto.
Esta es la forma más cómoda de aprovechar al máximo la jornada sin preocuparse por la logística del transporte público, que desde Tel Aviv implicaría combinar trenes y buses locales con varios trasbordos.
Si tu plan es disfrutar con calma de Masada y el Mar Muerto, lo ideal es considerar pasar la noche en la zona del Mar Muerto o cerca de Masada, en lugar de intentar volver a Tel Aviv el mismo día. De esta manera, se puede explorar la fortaleza y flotar en el Mar Muerto sin prisas y aprovechar mejor el viaje.
Mis reflexiones sobre la excursión de 1 día a Masada y el Mar Muerto
Hacer la visita a Masada y el Mar Muerto usando transporte público fue toda una experiencia. Logré recorrer Masada con calma y disfrutar de sus ruinas y vistas impresionantes, pero los tiempos de espera y traslado entre los buses hicieron que mi visita al Mar Muerto en Ein Bokek fuera más breve de lo que hubiera querido, ya que estaba por oscurecer cuando llegué.
Aun así, sin duda recomiendo esta excursión. La posibilidad de unir dos atracciones únicas en un solo día es fantástica, especialmente para quienes viajan sin auto.
Masada y el Mar Muerto están muy cerca entre sí, y planificando bien los horarios se puede aprovechar bastante la jornada. Además, la experiencia de recorrer la historia antigua y luego flotar en las aguas saladas del Mar Muerto es algo que no se olvida.