Después de pasar unos días inmerso en Jerusalén, donde la historia y la espiritualidad se respiran en cada rincón, llegué a Tel Aviv, la capital moderna y vibrante de Israel.
El contraste no podría ser mayor: de las callejuelas milenarias y cargadas de simbolismo religioso pasé a una ciudad costera, joven y cosmopolita, donde la vida parece girar alrededor de la playa, la gastronomía y la vida nocturna.
Tel Aviv es conocida como la ciudad que nunca duerme, y rápidamente entendí por qué. Con su arquitectura Bauhaus, sus mercados llenos de energía, el paseo marítimo junto al Mediterráneo es un lugar que combina modernidad con tradición de una manera única.

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Cómo llegar a Tel Aviv
Tel Aviv cuenta con el Aeropuerto Internacional Ben Gurion (TLV), el más importante de Israel y uno de los principales del Medio Oriente. Se encuentra a unos 20 km del centro de la ciudad y recibe vuelos directos desde Europa, América y Asia.
Desde el aeropuerto es posible llegar al centro de la ciudad en tren (unos 20 minutos hasta la estación Tel Aviv HaHagana), en taxi o con servicios privados de traslado.

Si ya estás viajando dentro de Israel, llegar a Tel Aviv es muy sencillo:
- Desde Jerusalén, por ejemplo, hay autobuses frecuentes que conectan ambas ciudades en alrededor de una hora, así como un moderno tren rápido que cubre el trayecto en apenas 30 minutos.
- También hay conexiones en tren y bus desde Haifa, Eilat y otras ciudades importantes, lo que hace que moverse por el país sea bastante práctico.
Cómo moverse en Tel Aviv
Tel Aviv es una ciudad relativamente compacta y muy cómoda para recorrer. Muchas de sus atracciones principales están cerca del mar, por lo que caminar es una excelente manera de moverse y disfrutar del ambiente mediterráneo.
Otra opción muy popular es alquilar una bicicleta o monopatín eléctrico a través de aplicaciones, ya que la ciudad cuenta con carriles bici y un extenso paseo costero ideal para pedalear de punta a punta.

En cuanto al transporte público, hay una red de autobuses urbanos que conectan los distintos barrios, y desde 2023 también funciona la primera línea del tren ligero (Red Line) que une Tel Aviv con ciudades vecinas como Bat Yam y Petah Tikva, facilitando los traslados.
Para trayectos más cómodos o nocturnos, lo más práctico es usar taxis o aplicaciones como Gett y Uber, aunque en general no son tan económicos.
Lo caro que es Tel Aviv (e Israel en general)
Algo que me sorprendió muchísimo al llegar a Tel Aviv, y en general durante todo el viaje por Israel, fue lo caro que resultó el costo de vida.
Venía de estar en Jordania y Egipto, donde se puede comer bien y barato, pero acá los precios son otra historia. Recuerdo que en Tel Aviv me encontré pagando una de las pizzas más caras de mi vida, y lo mismo con un simple helado en la playa. Cosas básicas que en otros destinos son accesibles, acá pueden dejarte el bolsillo temblando.

Para no desbalancear tanto el presupuesto, terminé recurriendo varias veces a los puestos callejeros y pequeños locales familiares, donde la relación precio-calidad es mucho mejor.
El hummus, los falafel o los shawarmas en la calle son ricos y bastante más accesibles que sentarse en un restaurante del centro.
De todos modos, incluso la comida callejera no es tan barata como en otras partes del mundo, pero al menos permite disfrutar de la gastronomía local sin que el presupuesto se dispare.
Mapa con los principales puntos de interés para ver en Tel Aviv
Qué hacer en Tel Aviv
Tel Aviv es una ciudad vibrante, diversa y siempre activa. Su ubicación frente al Mediterráneo y su carácter moderno hacen que la experiencia de visitarla sea muy distinta al resto de Israel. Estas son algunas de las actividades y lugares que no podés dejar fuera de tu itinerario en la capital de Israel:
Disfrutar de sus playas
Las playas son uno de los grandes atractivos de Tel Aviv y marcan el ritmo de la ciudad. Desde temprano, locales y turistas llegan para caminar, hacer ejercicio o simplemente relajarse frente al mar.

La más popular es Gordon Beach, con arena amplia, bares cercanos y un ambiente muy animado. Frishman Beach y Banana Beach son también muy concurridas, perfectas para nadar o jugar al vóley.
Una de las cosas que más sorprende es cómo la vida diaria de Tel Aviv gira en torno al mar. Podés pasar la mañana recorriendo museos o mercados y terminar el día viendo el atardecer en la playa, rodeado de jóvenes tocando música, familias haciendo picnic y grupos de amigos compartiendo una cerveza.

El paseo marítimo, conocido como Tayelet, conecta varias de estas playas y es ideal para caminar o alquilar una bicicleta.
Recorrer Jaffa, la ciudad antigua
En el extremo sur de Tel Aviv se encuentra Jaffa (Yafo), uno de los puertos más antiguos del mundo y un lugar cargado de historia.

Sus callejuelas empedradas, galerías de arte y edificios de piedra contrastan con la modernidad del resto de la ciudad. Es un sitio ideal para perderse caminando, descubrir pequeñas tiendas y visitar el famoso Mercado de Pulgas, donde se encuentra de todo: antigüedades, ropa vintage, artesanías y recuerdos únicos.

Además, Jaffa tiene una rica herencia cultural árabe que se refleja en su gastronomía. No podés irte sin probar un buen hummus local, considerado por muchos como el mejor de Israel.
Al caer la tarde, la zona del puerto se llena de vida, con restaurantes y bares junto al mar que ofrecen un ambiente relajado, perfecto para terminar el día.

Descubrir la arquitectura Bauhaus
Otro de los grandes atractivos de Tel Aviv es su arquitectura única, especialmente el conjunto de edificios Bauhaus que le dieron a la ciudad el apodo de la “Ciudad Blanca”, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Después de la década de 1930, miles de inmigrantes europeos trajeron este estilo funcionalista, caracterizado por líneas simples, fachadas blancas y balcones curvos que buscaban adaptarse al clima mediterráneo.
La mayor concentración de edificios se encuentra en los alrededores de Rothschild Boulevard, uno de los paseos más elegantes de la ciudad. Allí podés caminar y detenerte frente a joyas arquitectónicas como la Casa de la Cultura Habima, el Museo Bauhaus y distintos edificios residenciales restaurados que muestran este estilo tan particular.

Otro punto imperdible es la zona de Dizengoff Square, rodeada de emblemáticas construcciones Bauhaus.

Recorrer la Ciudad Blanca no solo es un deleite visual, sino también una forma de entender cómo Tel Aviv se consolidó como una urbe moderna, abierta y diferente al resto de Israel.
Para los más curiosos, incluso existen tours guiados de arquitectura que explican la historia y evolución de este patrimonio único en el mundo.
Vivir el ambiente de los mercados
Tel Aviv está llena de mercados que son un festín para los sentidos. El más famoso es el Carmel Market (Shuk HaCarmel), donde se mezclan aromas de especias, frutas frescas, quesos, dulces típicos y puestos de street food con platos tradicionales israelíes y de Medio Oriente. Es un lugar bullicioso y auténtico, ideal para sumergirse en el ritmo local.

Otro que vale la pena es el Levinsky Market, con una fuerte influencia de la comunidad judía persa y balcánica. Aquí se pueden probar especias únicas, frutos secos, aceitunas y pequeños restaurantes familiares donde se come excelente a buen precio.
Recorrer estos mercados no es solo una experiencia gastronómica, también es cultural: se siente la diversidad que caracteriza a Tel Aviv en cada puesto y cada plato.
Explorar el barrio Neve Tzedek
Neve Tzedek fue uno de los primeros barrios judíos fuera de Jaffa y hoy es uno de los rincones más encantadores de Tel Aviv. Sus calles estrechas y casas restauradas de estilo mediterráneo crean un ambiente bohemio, lleno de cafés, boutiques de diseño y galerías de arte. Es un lugar perfecto para pasear sin rumbo, tomar un café y simplemente dejarse llevar por su encanto.

Además, en este barrio se encuentra el Centro Suzanne Dellal, epicentro de la danza y las artes escénicas en Israel, donde se pueden ver espectáculos de nivel internacional.
Neve Tzedek representa la cara más tranquila y sofisticada de la ciudad, un gran contraste con el bullicio de los mercados o la energía de las playas.
Descubrir la vida nocturna
Tel Aviv es famosa por su vida nocturna, considerada una de las más intensas del mundo. Desde bares escondidos en callejones hasta discotecas que no cierran hasta el amanecer, la ciudad tiene propuestas para todos los gustos. En los barrios de Rothschild Boulevard y Florentin abundan los bares de moda, mientras que las discotecas frente al mar ofrecen fiestas interminables con DJs internacionales.
Lo que la hace especial es que la vida nocturna de Tel Aviv no se limita al fin de semana. Casi todos los días hay movimiento: conciertos en vivo, bares con happy hour, rooftops con vistas espectaculares y fiestas temáticas. Es una ciudad que realmente justifica su fama de “la ciudad que nunca duerme”.
Escapadas de un día desde Tel Aviv
Caesarea
A unos 45 minutos en coche al norte de Tel Aviv se encuentra Caesarea, una de las joyas arqueológicas de Israel. Fundada por Herodes el Grande como un puerto romano, la ciudad combina historia, mar y arquitectura antigua.

Allí se pueden recorrer anfiteatros, acueductos, columnas y restos de villas romanas, además del puerto antiguo con vistas al Mediterráneo, que ofrece un escenario espectacular para fotos.
Como llegar a Caesarea desde Tel Aviv
- En bus: se puede llegar en autobús desde la estación central de Tel Aviv; los buses 910 o 931 llegan en aproximadamente una hora, dependiendo del tráfico.
- La forma más cómoda es alquilar un coche o tomar un tour organizado, que incluye transporte y guía.
Una vez allí, se puede recorrer el sitio a pie y aprovechar para caminar por la costa cercana o incluso darse un chapuzón en el Mediterráneo si hace buen tiempo.
Para regresar, si llegaste en autobús, podés tomar el mismo bus 910 o 931 que te llevó, en dirección a Tel Aviv. La frecuencia de los buses suele ser cada 30-60 minutos, pero conviene consultar los horarios exactos antes de planificar la visita.
Haifa y los Jardines Bahá’í
A unas 2 horas en coche o autobús al norte de Tel Aviv, Haifa ofrece una mezcla de modernidad y naturaleza. Los Jardines Bahá’í, con su impresionante diseño en terrazas que bajan por la ladera del Monte Carmelo, son Patrimonio de la Humanidad y una parada obligatoria. La ciudad también tiene playas y un puerto interesante para recorrer.

Acre (Akko)
A poco más de 2 horas al norte, Acre es famosa por su ciudad vieja amurallada y su puerto histórico. Es un lugar perfecto para los amantes de la historia medieval y de la arquitectura otomana. Se puede llegar en autobús o coche.
Masada y el Mar Muerto
Aunque queda un poco más lejos, es posible hacer una excursión de día completo al Mar Muerto y a Masada desde Tel Aviv.
Masada ofrece ruinas históricas y vistas espectaculares, mientras que flotar en el Mar Muerto es una experiencia única.
Lo más práctico es reservar un tour organizado, que incluye transporte y guía.
Kibutzim y pueblos costeros
Cerca de Tel Aviv hay varios kibutzim que permiten conocer la vida rural israelí, además de pueblos costeros como Herzliya o Netanya, ideales para un paseo tranquilo junto al mar. Se puede llegar en coche o combinando tren y bus, y es una forma de escapar un poco del ritmo urbano sin alejarse demasiado.
Jerusalén
Tel Aviv está a solo 45-60 minutos en tren de Jerusalén. Para quienes no hayan ido antes, es un destino imprescindible: historia, espiritualidad, mercados y barrios con encanto.
El tren rápido y frecuente hace que sea posible visitar la ciudad y volver a Tel Aviv en el mismo día.
También está la opción de contratar un tour de un día con guía donde te llevan no solo a Jerusalén, sino que además pasan por Belén.
Actividades organizadas desde Tel Aviv
Dónde hospedarse en Tel Aviv con presupuesto mochilero
Tel Aviv no es una ciudad económica, pero si viajás con presupuesto ajustado hay varias zonas y opciones que permiten disfrutar de la ciudad sin gastar demasiado. Para los mochileros, la clave es combinar buena ubicación con precios accesibles.
Uno de los barrios más económicos para conseguir alojamiento en Tel Aviv es la zona cercana al Levinsky Market. Si bien queda un poco más alejada de la playa y de Jaffa, fue el lugar donde encontré los mejores precios para hospedarse en la ciudad, siendo una buena opción para quienes viajan con presupuesto ajustado.
Otro barrio interesante es Florentin, conocido por su ambiente alternativo y bohemio. Aquí hay hostels y departamentos compartidos más económicos, además de cafés y restaurantes locales que suelen ser más baratos que en el centro. La zona tiene vida nocturna y arte callejero, ideal si buscás un ambiente joven y creativo.

En el centro y alrededores de la playa, cerca de Gordon o Frishman Beach, hay hostels y guesthouses que permiten estar a pocos minutos del mar y de bares, cafeterías y supermercados. Caminar o usar bicicleta desde esta zona es muy fácil, lo que ayuda a ahorrar en transporte.
Si querés estar más cerca de Jaffa, también hay opciones de alojamiento asequibles. Estar en este barrio histórico permite recorrer sus callejuelas y mercados sin depender demasiado del transporte, aunque los precios son un poco más altos que en Florentin.
En general, los hostels en Tel Aviv ofrecen dormitorios compartidos desde unos 25-35 dólares por noche, mientras que los guesthouses pequeños pueden ser un poco más caros, pero muchas veces incluyen cocina y áreas comunes que ayudan a reducir gastos en comida.
Seguridad en Tel Aviv
Uno de los temas que más dudas genera al pensar en viajar a Israel es la seguridad, y en el caso de Tel Aviv puedo decir que me sentí bastante tranquilo. La ciudad tiene un ambiente muy relajado, con gente paseando por la playa hasta tarde, bares llenos y turistas caminando de noche sin mayores preocupaciones. En términos de delitos comunes como robos o estafas, Tel Aviv es mucho más segura que muchas capitales de Europa o América Latina.
Eso sí, no hay que olvidar que Israel es un país con una situación política compleja. Aunque en Tel Aviv no se perciba directamente, siempre existen controles de seguridad estrictos en estaciones, centros comerciales o edificios públicos, y es normal ver presencia militar en distintos puntos. Para un viajero, esto puede parecer chocante al principio, pero en realidad forma parte de la vida cotidiana y transmite más sensación de protección que de peligro.
En resumen, Tel Aviv es una ciudad segura para recorrer de día y de noche, pero como en cualquier destino grande, conviene mantener los cuidados básicos: no descuidar pertenencias, evitar zonas poco iluminadas si estás solo y estar atento a las indicaciones oficiales en caso de cualquier eventualidad.
Mejor época para visitar Tel Aviv
Tel Aviv tiene un clima mediterráneo, lo que significa veranos largos, calurosos y secos, e inviernos cortos y húmedos. La temperatura promedio en verano (junio a septiembre) suele superar los 30 °C, ideal si querés disfrutar de las playas, pero puede resultar bastante caluroso durante el día.

La temporada más agradable para recorrer la ciudad es entre marzo y mayo o entre octubre y noviembre, cuando las temperaturas son más suaves, hay menos humedad y es más cómodo caminar por los barrios, recorrer mercados y disfrutar del paseo marítimo. Durante estos meses también hay menos turistas que en verano, lo que permite una experiencia más relajada y auténtica.
El invierno en Tel Aviv (diciembre a febrero) es templado, con lluvias ocasionales, pero la ciudad sigue activa y la vida nocturna y los mercados no se detienen. En definitiva, cualquier momento del año puede ser bueno para visitar.
¿Cuántos días quedarse en Tel Aviv?
Para conocerla sin prisas, lo ideal es dedicarle al menos 3 días completos. Con ese tiempo podés disfrutar de sus playas, recorrer mercados como Carmel o Sarona, caminar por Neve Tzedek, asombrarte con la Ciudad Blanca y terminar cada jornada en alguno de sus bares o terrazas.

Si tu viaje por Israel es más corto y tenés que optimizar el tiempo, en 2 días intensos también es posible llevarse una buena impresión de la ciudad, combinando playa, mercados y un paseo por Jaffa.
Reflexiones sobre mi visita a Tel Aviv
Tel Aviv me dejó una muy buena impresión. Es una ciudad moderna, con una arquitectura original que le da un sello propio, y con rincones que realmente invitan a pasear.
La zona de Jaffa es de lo más pintoresca, llena de historia y callejuelas con encanto, mientras que toda la costa mediterránea es perfecta para caminar, relajarse o simplemente tirarse en la arena a disfrutar del mar.

Lo que más se siente en Tel Aviv es su energía joven y vibrante: bares llenos, gente en bicicleta, música en las plazas y un ambiente cosmopolita que la hace distinta al resto de Israel.
La única contra es lo cara que resulta, lo que a veces obliga a acortar la estadía. Aun así, es un destino al que volvería sin dudar, porque tiene esa mezcla de modernidad, historia y vida junto al mar que la hace única.