Viajar a Georgia es adentrarse en un país donde Europa y Asia se encuentran, un destino que me sorprendió con montañas majestuosas, pueblos medievales y ciudades vibrantes. Desde las calles empedradas de Tiflis, con su mezcla de arquitectura soviética, medieval y moderna, hasta las cumbres nevadas del Cáucaso, este pequeño país ofrece una diversidad única que conquista a todo viajero. Su historia milenaria, marcada por imperios, reinos y rutas comerciales, todavía late en cada iglesia ortodoxa, torre defensiva y mercado local.
Ya sea recorriendo la legendaria Ruta Militar Georgiana, explorando la región vinícola de Kajetia o perdiéndose en los valles de Svanetia, un viaje a Georgia es una aventura que combina naturaleza, historia y gastronomía en un mismo sitio.
En esta guía vas a encontrar toda la información práctica para organizar tu viaje por Georgia: cómo moverte en marshrutkas, trenes o autos compartidos, consejos sobre los trayectos más comunes, además de recomendaciones de los lugares imperdibles que no pueden faltar en tu itinerario. Desde la moderna pero bohemia capital Tiflis, hasta los paisajes alpinos de Kazbegi, las torres medievales de Svanetia, los viñedos de Kajetia, cada rincón ofrece una experiencia distinta.


Indice de Contenido
Que saber antes de viajar a Georgia
Idioma 🗣️ |
El idioma oficial es el georgiano, que tiene su propio alfabeto. En zonas urbanas algunos hablan inglés, mientras que en generaciones mayores es más común el ruso. |
Moneda 💵 |
La moneda oficial es el lari georgiano (GEL). Aunque en las grandes ciudades como Tbilisi o Batumi el uso de tarjeta es bastante común, en pueblos pequeños, transporte público y mercados locales sigue predominando el efectivo. |
Religión |
La mayoría de la población es de confesión cristiana ortodoxa (Iglesia Ortodoxa Georgiana). |
Ubicación |
Georgia se encuentra en la región del Cáucaso, entre Europa del Este y Asia Occidental, limitando con Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Turquía y el Mar Negro. |
Capital 🏙️ |
La capital es Tiflis (Tbilisi), una de las ciudades mas interesantes que conocí en mi viaje por la Ruta de la Seda, combina tradición, innovación y un ambiente bohemio muy atrapante. |
Visa 🛂 |
Los viajeros de muchos países, incluyendo la Unión Europea y América Latina, pueden ingresar a Georgia sin visa y quedarse hasta un año como turistas, una de las políticas más flexibles del mundo. |

Mi paso por Georgia fue parte de un gran viaje recorriendo la antigua Ruta de la Seda. En este post podés saber más de los países visitados y como hacerlo todo por tu cuenta.
Breve resumen de la historia de Georgia
La historia de Georgia es tan antigua como fascinante. Este pequeño país del Cáucaso fue cuna de algunas de las primeras civilizaciones de la región y se considera el lugar donde nació el vino, hace más de 8.000 años. A lo largo de los siglos, su ubicación estratégica entre Europa y Asia lo convirtió en un cruce de caminos en la Ruta de la Seda, pero también en un territorio muy disputado.

Reinos como Colchis y Iberia fueron los primeros en florecer, y ya en el siglo IV Georgia se convirtió en uno de los primeros países en adoptar oficialmente el cristianismo, lo que dejó una huella profunda en su cultura y arquitectura, visible en monasterios y catedrales que aún hoy marcan el paisaje.
Durante la Edad Media, Georgia vivió su época dorada bajo la reina Tamar, cuando se consolidó como un poderoso reino y se desarrollaron las artes, la literatura y la construcción de fortalezas y torres defensivas que todavía se pueden ver en regiones como Svanetia. Sin embargo, en los siglos posteriores sufrió invasiones de mongoles, persas y otomanos, hasta quedar bajo el dominio del Imperio ruso en el siglo XIX.

Conflicto con Rusia y las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur
Ya en el siglo XX, Georgia pasó a formar parte de la Unión Soviética y recién en 1991 recuperó su independencia. Pero su relación con Rusia siguió siendo tensa y compleja. Los conflictos por el control de las regiones de Abjasia y Osetia del Sur desembocaron en enfrentamientos armados entre ambas naciones.
El punto más crítico llegó en 2008, cuando estalló una breve guerra con Rusia, que terminó con Moscú reconociendo la independencia de esos territorios separatistas, algo que Georgia y la mayor parte de la comunidad internacional rechazan.
Hoy en día, Rusia mantiene tropas en esas zonas y la frontera está militarizada, lo que genera un ambiente sensible tanto en la política georgiana como en la vida cotidiana. Como ejemplo del descontento de muchos georgianos, es común ver pintadas o escritos en las calles contra Rusia, reflejando de manera abierta las tensiones históricas y actuales entre ambos países.

Aun así, Georgia ha buscado acercarse más a Europa y Occidente, y muchos viajeros perciben en el país un espíritu resiliente y una fuerte voluntad de mirar hacia adelante, sin olvidar las heridas abiertas.

¿Georgia está en Europa o en Asia?
Una de las preguntas más frecuentes entre los viajeros es en qué continente está Georgia: ¿Europa o Asia? La respuesta no es tan sencilla, porque depende desde qué perspectiva se mire.
Geográficamente, Georgia se encuentra en el Cáucaso Sur, una región que tradicionalmente ha sido considerada la frontera natural entre Europa y Asia. Las montañas del Cáucaso, junto con el Mar Negro y el Mar Caspio, son los límites más utilizados para dividir ambos continentes, lo que deja a Georgia en una posición ambigua.
Políticamente y culturalmente, sin embargo, Georgia se identifica mucho más con Europa. El país es miembro del Consejo de Europa, ha firmado acuerdos de asociación con la Unión Europea y su población suele sentirse parte del mundo europeo. De hecho, en las ciudades como Tbilisi o Batumi, es muy común percibir esa mezcla de raíces orientales con un marcado aire europeo en su arquitectura, gastronomía y estilo de vida.
En resumen, podríamos decir que Georgia es un país puente entre Europa y Asia, donde conviven tradiciones ancestrales caucásicas, influencias persas y turcas, y al mismo tiempo una clara vocación de apertura hacia Occidente.
Acerca de la religión Cristiana Ortodoxa Georgiana
La religión predominante en Georgia es el cristianismo ortodoxo georgiano, practicado por alrededor del 80% de la población. La Iglesia Ortodoxa de Georgia es una de las más antiguas del mundo: adoptó oficialmente el cristianismo en el siglo IV, incluso antes que gran parte de Europa. Esto marcó profundamente la identidad del país, y hoy en día se refleja en la vida cotidiana, en sus innumerables iglesias de piedra, monasterios en acantilados y en las tradiciones religiosas que siguen vivas tanto en las ciudades como en los pueblos.

A diferencia del cristianismo mayoritario en Occidente, que suele ser católico o protestante, la rama ortodoxa georgiana conserva ritos más antiguos y solemnes. Los oficios se celebran de pie, con abundante canto litúrgico y sin instrumentos musicales, lo que genera una atmósfera muy particular.
Las iglesias ortodoxas, en lugar de imágenes tridimensionales, se centran en el uso de iconos pintados, que los fieles veneran con velas y oraciones. Otra diferencia es que la Iglesia de Georgia no depende de Roma, sino que es autocéfala, es decir, independiente y con su propio patriarca.
San Jorge, patrón de Georgia
San Jorge es el patrón de Georgia y objeto de una devoción muy especial. Su figura está presente en numerosas iglesias, iconos y hasta en la bandera nacional, donde se representan cruces inspiradas en él.

Las festividades dedicadas a San Jorge son ocasiones importantes de celebración religiosa y comunitaria, y su culto refleja la profunda conexión de los georgianos con la tradición ortodoxa y la identidad nacional.
La devoción a San Jorge se remonta al siglo IV, cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial del reino. Se cree que su figura fue adoptada como símbolo de protección y unidad nacional durante épocas de invasiones y conflictos. Hasta hoy, iglesias, monasterios y celebraciones populares lo honran, convirtiéndolo en un elemento central de la identidad georgiana.
Cómo son los georgianos
Los georgianos tienen una identidad muy marcada, fruto de su historia y su ubicación en el cruce entre Europa y Asia. Físicamente suelen tener rasgos caucásicos: piel clara a morena, cabellos oscuros y ojos que van del marrón al verde. Muchos hombres llevan barba y tienen una complexión robusta, mientras que las mujeres suelen destacar por sus facciones finas y elegantes. En regiones de montaña, como Svanetia, todavía se perciben diferencias en la vestimenta tradicional y en ciertos rasgos heredados de comunidades más aisladas.
En cuanto a la personalidad, puede que a primera vista los georgianos no parezcan tan abiertos como en otros países de la región. Las generaciones más grandes suelen mostrar cierta seriedad o frialdad, especialmente con los extranjeros, lo que a veces se interpreta como distancia. Sin embargo, en el trato cotidiano, una vez que se genera confianza, aflora un carácter directo, orgulloso de sus raíces y con un fuerte sentido de comunidad.

Entre los jóvenes, en cambio, es más común encontrar actitudes cercanas, curiosidad por los viajeros y una visión más moderna, especialmente en Tiflis o Batumi. Georgia es un país donde las primeras impresiones pueden ser un poco duras, pero con tiempo y paciencia se descubren matices muy interesantes en su gente.
Cómo moverse por Georgia
Moverse por Georgia es parte de la aventura, ya que el transporte refleja mucho de la vida local. Una de las formas más comunes son las marshrutkas, minibuses compartidos que conectan prácticamente todas las ciudades y pueblos del país. No suelen tener horarios muy estrictos: salen cuando se llenan, son bastante económicos y, aunque pueden resultar algo incómodos en viajes largos, son la mejor opción para llegar a destinos más remotos.
Otra alternativa cómoda y económica son los trenes, que unen las principales ciudades como Tiflis, Batumi, Kutaisi y Zugdidi entre otros. Si bien no son los más rápidos, los trenes nocturnos permiten ahorrar una noche de alojamiento y viajar de manera más cómoda que en una marshrutka. Los tickets se pueden comprar online desde el sitio oficial de Georgian Railways

Por último, muchos viajeros optan por el auto compartido o alquilar un coche, sobre todo si la idea es explorar regiones montañosas como Kazbegi o Svanetia, donde los horarios del transporte público pueden jugar en contra.

Algunas curiosidades de Georgia
El alfabeto georgiano
Georgia tiene su propio alfabeto, único en el mundo y con más de 1.500 años de historia. Se llama mkhedruli y, a diferencia de otros idiomas del Cáucaso, no se parece ni al cirílico ni al latino. Está compuesto por 33 letras y su escritura curva y elegante le da un aire casi artístico.

La cuna del vino
Los arqueólogos encontraron restos de producción de vino en Georgia que datan de hace más de 8.000 años, lo que convierte al país en el lugar donde nació esta bebida. La técnica tradicional, que aún se conserva, consiste en fermentar las uvas en grandes tinajas de barro llamadas qvevri, enterradas bajo tierra.

El mito del Vellocino de Oro
La región de Colchis, en la costa del Mar Negro, fue escenario de uno de los mitos griegos más famosos: el de Jasón y los Argonautas en busca del Vellocino de Oro. Según los historiadores, este mito podría estar relacionado con antiguas técnicas locales de obtención de oro usando pieles de cordero en los ríos.
Tbilisi y sus aguas termales
El nombre de la capital, Tbilisi, viene de la palabra georgiana tbili, que significa “cálido”, en referencia a las aguas termales sulfurosas que todavía hoy se pueden disfrutar en los famosos baños del barrio de Abanotubani.

Torres de Svanetia
En la región montañosa de Svanetia se levantan torres defensivas medievales que datan del siglo IX en adelante. Estas construcciones, que servían como refugio durante invasiones, son hoy símbolo de la identidad georgiana y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La figura de Stalin y Georgia
Aunque nació en Gori en 1878, Iósif Stalin es una figura incómoda en la memoria colectiva de Georgia. Muchos georgianos no se identifican con él y lo consideran una herida en su historia, pese a que en su ciudad natal todavía existe un museo dedicado a su vida y que en los sitios turísticos venden merchandising de la figura del ex líder soviético.

Tierra de luchadores y boxeadores
Georgia tiene una larga tradición en los deportes de combate. La lucha libre es casi un deporte nacional y muchos jóvenes lo practican desde chicos, lo que ha llevado a que el país destaque en campeonatos y ligas internacionales, como la UFC. Este espíritu combativo es visto con orgullo por los georgianos, quienes celebran a sus atletas como símbolos de disciplina y fuerza.
La bandera de Georgia
La actual bandera de Georgia, conocida como la Bandera de las Cinco Cruces, fue adoptada en 2004 pero tiene un origen medieval. En el centro se encuentra una gran cruz roja sobre fondo blanco, y en cada uno de los cuatro cuadrantes aparece una cruz más pequeña. Se cree que fue usada por el Reino de Georgia durante la Edad Media y está asociada con la época dorada del país bajo la reina Tamar. Hoy simboliza la unidad, la fe cristiana y el renacimiento nacional tras los años soviéticos.


Como es hacer trekking en Georgia
Hacer trekking en Georgia es una de las mejores experiencias que ofrece el país y que mas disfruté haciendo. El paisaje está dominado por el Cáucaso, una de las cordilleras más espectaculares del mundo, con valles profundos, glaciares y pueblos medievales que parecen detenidos en el tiempo.
A diferencia de otros destinos de montaña, en Georgia los senderos atraviesan aldeas habitadas, lo que permite combinar naturaleza con la cultura local. El clima puede ser cambiante y las distancias exigentes, pero el esfuerzo siempre se ve recompensado con vistas inolvidables.

La región estrella para los amantes del trekking es Svanetia, al noroeste del país. Desde Mestia parten varias rutas, siendo la más famosa la caminata de varios días hasta Ushguli, considerado el pueblo habitado más alto de Europa.
En el camino se cruzan glaciares, prados alpinos y torres medievales que parecen sacadas de otro siglo. Es un trekking exigente, pero muy bien marcado y con alojamientos en casi cada pueblo, lo que lo hace accesible incluso sin tienda de campaña.

Otra opción de trekking en Mestia, más corta que el largo recorrido hasta Ushguli, es la subida a los lagos Koruldi. El sendero demanda menos tiempo, pero igualmente regala vistas espectaculares del Cáucaso y de las montañas nevadas que rodean la región. Desde arriba, el paisaje es de esos que dejan sin aliento y hacen que cada paso valga la pena, mas si lo ves con nieve.
Por otro lado, Kazbegi ofrece opciones más cortas pero igualmente impresionantes. El clásico es subir a la iglesia de Gergeti Trinity, con el imponente monte Kazbek (5.047 m) como telón de fondo. Desde allí se pueden hacer rutas de un día hacia el glaciar Gergeti, las cascadas de Gveleti o los valles cercanos, como Juta y Truso. Es una zona ideal para quienes buscan caminatas más cortas sin alejarse demasiado de Tiflis.
Además de estas regiones, lugares como Tusheti, Racha o Borjomi-Kharagauli ofrecen senderos menos conocidos, perfectos para quienes tienen más tiempo y buscan experiencias fuera de lo común.
En todos los casos, el trekking en Georgia combina aventura, naturaleza virgen y la posibilidad de descubrir aldeas donde la vida transcurre casi igual que hace siglos.

Mapa con el itinerario de viaje en Georgia
Qué ver y hacer en Georgia
Georgia es un país pequeño en tamaño, pero enorme en diversidad. Desde los picos nevados del Cáucaso hasta las playas del mar Negro, pasando por ciudades cargadas de historia, monasterios milenarios y aldeas escondidas en valles verdes, siempre hay algo distinto para descubrir.
En esta sección te cuento qué hacer en Georgia, con mis experiencias y recomendaciones para que armes tu propio recorrido por este fascinante país.
Tbilisi, la capital vibrante

La capital de Georgia es el punto de entrada al país y un lugar que merece varios días. Sus callejuelas antiguas, balcones de madera tallada y baños de azufre en el barrio de Abanotubani le dan un encanto único.
En Tbilisi conviven iglesias ortodoxas, mezquitas y sinagogas, junto con cafés modernos, bares alternativos y murales callejeros. Subir a la fortaleza de Narikala al atardecer o perderse en el casco antiguo son experiencias imperdibles.
Svanetia y las torres medievales

Enclavada en las montañas del Cáucaso, Svanetia es una de las regiones más auténticas y espectaculares del país.
Sus paisajes alpinos están salpicados de aldeas medievales con torres defensivas de piedra, muchas de ellas Patrimonio de la Humanidad.
El pueblo de Mestia suele ser la base para explorar la zona, pero lo más especial es hacer el trekking hasta Ushguli (se puede ir en auto también), considerado uno de los pueblos habitados más altos de Europa.
Kazbegi y las montañas del Cáucaso

La región de Kazbegi (oficialmente Stepantsminda) es famosa por la icónica iglesia de Gergeti Trinity, ubicada en lo alto de una colina con el monte Kazbek como telón de fondo.
Es otro paraíso para los amantes del senderismo, con rutas que llevan a glaciares, cascadas y valles verdes, como lo son el Valle de Truso y el Valle de Juta, dos visitas que suelen incluirse cuando uno se encuentra en esta región.
El camino para llegar desde Tbilisi, la ruta Militar Georgiana, ya es en sí mismo un espectáculo.
Kajetia, la tierra del vino

En el este del país se encuentra Kajetia, la región vinícola por excelencia. Aquí se pueden visitar bodegas familiares, probar vinos elaborados en qvevri (tinajas de barro enterradas) y conocer monasterios como Alaverdi o la ciudad amurallada de Signagi, con vistas al valle de Alazani.
Es el lugar ideal para relajarse, disfrutar de la gastronomía y comprender por qué Georgia es considerada la cuna del vino.
Batumi y el Mar Negro

En contraste con las montañas, en la costa del Mar Negro se encuentra Batumi, una ciudad moderna con un aire completamente distinto.
Sus playas, el boulevard costero, los casinos y la arquitectura futurista conviven con barrios tradicionales y un mercado central lleno de vida. Es el destino más veraniego del país, muy popular entre georgianos y turistas de los países vecinos, sobretodo de Turquia.
Vardzia, la ciudad en las cuevas

En el sur de Georgia se esconde Vardzia, un impresionante complejo monástico excavado en la roca en el siglo XII. Llegó a tener hasta 6.000 habitaciones distribuidas en varios niveles, conectadas por túneles y pasajes secretos. Hoy se puede recorrer parte del complejo y asomarse a las vistas del valle del río Mtkvari.
Kutaisi, la histórica rival de Tiflis

Segunda ciudad más importante del país, Kutaisi fue en la antigüedad capital de reinos georgianos. Hoy es una ciudad tranquila, con monasterios como Gelati (Patrimonio de la Humanidad) y cuevas en sus alrededores, como Prometeo y Sataplia, donde se conservan huellas de dinosaurios. Además, suele ser punto de entrada gracias a su aeropuerto de bajo costo.
Tusheti, la joya remota
Tusheti es una de las regiones más aisladas de Georgia, accesible solo en los meses de verano. Sus aldeas de piedra y torres defensivas parecen detenidas en el tiempo, rodeadas de paisajes vírgenes que atraen a amantes del trekking y la naturaleza salvaje.
Uplistsikhe, el poblado excavado en roca
Ubicado a poca distancia de Gori, la ciudad natal de Stalin, Uplistsikhe es uno de los asentamientos más antiguos de Georgia. Tallado en piedra volcánica, combina viviendas, templos paganos y túneles secretos, y permite imaginar cómo vivían sus habitantes hace miles de años.
Actividades organizadas en Georgia

Cruce de fronteras en Georgia
Georgia comparte frontera con Rusia, Armenia, Azerbaiyán y Turquía, aunque no todas están abiertas para los viajeros. La situación política de la región hace que algunos pasos estén restringidos, especialmente en las zonas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.
Con Rusia, el único paso fronterizo abierto es el de Kazbegi – Verkhni Lars, en la Ruta Militar Georgiana, que conecta Tbilisi con Vladikavkaz (Osetia del Norte, Rusia). Es muy utilizado tanto por locales como por viajeros, aunque puede estar congestionado en temporada alta o incluso cerrarse temporalmente por mal clima en invierno.
Con Armenia hay varios pasos habilitados, siendo los más usados Sadakhlo – Bagratashen (camino a Ereván desde Tbilisi) y Ninotsminda – Bavra (ideal si vas hacia Gyumri). Los cruces son relativamente simples y no suelen tener mayores complicaciones.
Con Azerbaiyán existen pasos fronterizos oficiales como Red Bridge – Krasny Most y Lagodekhi – Balakan, pero es importante saber que hoy en día (2025) los turistas no pueden ingresar a Azerbaiyán por tierra desde Georgia. La entrada está permitida únicamente en vuelos internacionales, mientras que desde el lado inverso (saliendo de Azerbaiyán hacia Georgia) sí es posible cruzar por carretera. Por eso, si tu ruta incluye Azerbaiyán, conviene planificar con antelación y verificar siempre las regulaciones vigentes.

Próximamente: Guía para viajar por Azerbaiyán
Por último, con Turquía los pasos más usados son Sarpi, en la costa del Mar Negro cerca de Batumi, y Vale – Türkgözü, más al sur. El de Sarpi es muy concurrido en verano, ya que conecta directamente la región de Ajaria con la costa turca del Mar Negro.

Próximamente: Guía para viajar por Turquía
Comida típica de Georgia
La gastronomía georgiana es uno de los puntos más fuertes del viaje. Gracias a su ubicación entre Europa y Asia, la cocina combina influencias de Medio Oriente, del Mediterráneo y de las tradiciones locales, dando como resultado platos únicos y muy sabrosos.
El más famoso es el khachapuri, una especie de pan relleno de queso, que tiene muchas variantes según la región: el Adjaruli, con forma de barquita y un huevo encima, es probablemente el más conocido.

Otro clásico es el khinkali, grandes ravioles rellenos de carne (o a veces verduras y queso), que se comen con las manos, sorbiendo primero el caldo de su interior.
Además, hay platos como el lobio (guiso de porotos servido con pan y encurtidos), las badrijani nigvzit (berenjenas enrolladas con pasta de nuez), y el mtsvadi, una brocheta de carne asada al estilo caucásico.

También es muy importante la presencia de hierbas frescas, nueces y granadas en muchos de los platos, lo que le da a la cocina georgiana un carácter fresco y aromático.
Para acompañar, no puede faltar el vino, ya que Georgia es considerada la cuna de esta bebida: probar un vino elaborado en qvevri (tinajas de barro) es una experiencia cultural en sí misma.


Seguridad en Georgia
En general, Georgia es un país bastante seguro para los viajeros. El índice de criminalidad es bajo y es común caminar tranquilo incluso de noche en ciudades como Tbilisi o Kutaisi. Los robos o estafas a turistas no son frecuentes, aunque como en cualquier lugar, conviene mantener las precauciones básicas: cuidar pertenencias en el transporte público, no dejar cosas sin supervisión y estar atento en zonas muy concurridas.
Donde sí hay que tener más cuidado es en el tránsito y las carreteras. Los conductores georgianos suelen ser imprudentes, las rutas de montaña pueden ser peligrosas y el estado de algunos caminos, especialmente en regiones como Svanetia o Tusheti, obliga a viajar con precaución.
Mejor época para viajar a Georgia
La mejor época para visitar Georgia depende del tipo de viaje que busques. La primavera (abril-junio) y el otoño (septiembre-octubre) son ideales para recorrer el país: temperaturas agradables, cielos despejados y paisajes verdes o teñidos de colores otoñales. Además, en otoño se celebra la vendimia en Kajetia, una de las experiencias culturales más auténticas que podés vivir.
El verano (julio-agosto) es caluroso en ciudades como Tbilisi o Batumi, pero perfecto para quienes quieran hacer trekking en las montañas del Cáucaso. En cambio, el invierno (diciembre-febrero) trae nieve abundante en zonas como Gudauri o Mestia, atrayendo a los amantes del esquí. Georgia es un destino de todo el año, pero si buscás combinar cultura, naturaleza y buen clima, primavera y otoño son los momentos más recomendables.

¿Es caro viajar a Georgia?
Georgia suele ser un destino bastante económico en comparación con Europa, lo que lo convierte en un país atractivo para mochileros. El transporte público, especialmente las marshrutkas y trenes, es muy barato, y comer en restaurantes locales cuesta una fracción de lo que pagarías en Occidente. Dormir en hostales o guesthouses también es accesible, y siempre existen opciones más cómodas a buen precio para quienes prefieren hoteles.
Lo que puede encarecer el viaje son las excursiones privadas, sobre todo en regiones de montaña donde el transporte público es limitado y a veces hay que pagar jeep o traslados compartidos. Aun así, si viajás de manera independiente, comés en sitios locales y usás transporte público, Georgia es un país donde se puede vivir con un presupuesto mochilero de 20 a 35 euros por día sin problemas.
SIM card y conexión a internet
Conseguir una SIM card local en Georgia es muy fácil y barato. Apenas llegás al aeropuerto de Tbilisi o en cualquier ciudad importante vas a encontrar puestos de compañías como Magti, Geocell o Beeline. Los planes prepago incluyen muchos gigas de datos por precios accesibles (desde 5 a 10 euros), lo que hace que moverte conectado por el país no sea un problema.
En cuanto a la cobertura, la señal es buena en ciudades y carreteras principales, aunque puede volverse inestable en zonas montañosas muy remotas como Tusheti o Svanetia. Si pensás pasar tiempo en estas áreas, lo mejor es avisar a tu alojamiento de antemano ya que puede que quedes desconectado.
Cuantos días estar en Georgia
La cantidad de días que le dediques a Georgia va a depender del tipo de viaje que quieras hacer y de las regiones que más te interesen. Yo estuve un poco más de tres semanas y eso me dio la posibilidad de recorrer varias zonas del país: desde Tbilisi hasta las montañas de Kazbegi y Svanetia, pasando por la región vinícola de Kajetia hasta llegar a la costa del Mar Negro en Batumi. Con ese tiempo pude conocer un panorama bastante completo, aunque siempre quedan rincones por descubrir.

Si no disponés de tanto tiempo, con una semana podés armar un itinerario que combine Tbilisi, una escapada a Kazbegi y quizás un par de días en la zona del vino o en Batumi. Con dos semanas ya es posible incluir también Svanetia y Kutaisi, sumando naturaleza, historia y algo de playa.
Y si contás con más de tres semanas, podés animarte a explorar regiones más remotas como Tusheti o viajar sin prisa, disfrutando la calma de los pueblos y la hospitalidad local. Georgia es un país pequeño, pero con una diversidad tan grande que se adapta a cualquier itinerario.