El Lago Khovsgol es uno de los rincones más lindos del norte de Mongolia y muchas veces llamado “el hermano pequeño del lago Baikal en Rusia”. Rodeado de montañas boscosas y extensos prados donde pastan yaks y caballos, este lago de aguas cristalinas transmite una paz difícil de encontrar en otros lugares del país. Es un destino que combina naturaleza pura, cultura nómada y paisajes que parecen salidos de una postal.
Visitar Khovsgol me permitió conocer el segundo lago más grande de Mongolia y explorar una región remota con pocas comodidades. La actividad principal consiste en caminatas por los senderos, paseos a caballo, travesías en bote y contacto con etnias locales. Para mi, es un lugar que refleja la amplitud de la región con vistas de ensueño, aunque requiera tiempo para llegar a el y aprovecharlo bien.


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Ubicación y entorno del Lago Khovsgol
El Lago Khovsgol se encuentra en el extremo norte de Mongolia, muy cerca de la frontera con Rusia, y forma parte de la misma región geográfica y tectónica que Siberia. De hecho, tanto este lago como el famoso Lago Baikal comparten un origen común: se ubican dentro de la gran grieta tectónica euroasiática, lo que explica su profundidad y sus aguas cristalinas.

Estar aquí es, en cierta forma, como estar en Siberia. El paisaje combina bosques de coníferas interminables, praderas verdes y montañas que rodean la cuenca del lago, creando un ambiente completamente distinto al que solemos imaginar cuando pensamos en Mongolia y sus estepas áridas.
Además, el clima también es más frío y húmedo, con inviernos extremadamente duros y veranos cortos pero intensamente verdes. Todo esto hace que Khovsgol sea considerado no solo “el hermano menor del Baikal”, sino también uno de los lugares más singulares y variados del país.
Cómo llegar al Lago Khovsgol
El punto de acceso más común es la ciudad de Moron, que cuenta con aeropuerto y conexiones por carretera desde Ulán Bator. Desde allí, el lago se encuentra a unos 100 km, y se puede llegar en taxi compartido, furgoneta local o contratando transporte privado a Khatgal, el pequeño pueblo a orillas del lago. El precio de este último trayecto en taxi puede variar entre 15 mil a 30 mil tugruk, dependiendo de cuan lleno está.

En bus hasta Moron desde Ulán Bator y autostop hasta Khatgal
Para comprar los boletos del autobús que conecta Ulán Bator con Moron, una opción práctica es hacerlo a través de Tapatrip, una plataforma en línea muy utilizada en Mongolia para reservar transporte terrestre. Permite verificar horarios, precios y asegurar el asiento con antelación, evitando la necesidad de ir hasta la terminal para adquirirlo.

El viaje dura unas 12 horas y generalmente parte de Ulan Bator por la noche, para llegar a Moron a la mañana siguiente. Apenas te bajás del bus, varios taxistas se acercan para ofrecerte llevar a Khatgal, aunque en mi caso preferí probar suerte haciendo autostop hasta el lago.
Caminé hasta la salida norte de la ciudad, la carretera que va directo hacia Khatgal, y me quedé esperando a que alguien me levantara. No pasó más de media hora hasta que una familia que iba de vacaciones me invitó a subir.
Nadie hablaba inglés, salvo un niño que recién lo estaba aprendiendo en la escuela, lo que hizo que la comunicación fuera limitada pero simpática. Durante el trayecto hicimos alguna que otra parada, y al llegar a Khatgal me invitaron a comer en una yurta donde probé platos locales cargados de carne.

Sin embargo, la experiencia tuvo un giro inesperado: antes de dejarme en mi hostal, el chico, en nombre de su madre, me pidió dinero por el viaje, y no era una suma pequeña. Me sorprendió, porque pensé que lo habían hecho como gesto de hospitalidad, no como un servicio pago. No lo discutí, ya que fue mi error no haber consultado antes de subirme al auto, pero sepan que en Asia Central, muchas veces suceden estas cosas. Finalmente pagué y no los volví a ver más.

Qué hacer en el Lago Khovsgol
Las actividades en el Lago Khovsgol dependen mucho del plan con el que viajes: si vas con un tour organizado, si contratás excursiones puntuales o si preferís mantenerlo económico y moverte por tu cuenta. En el caso de que busques gastar poco, las opciones principales son disfrutar de la tranquilidad en la costa, simplemente contemplando el lago y su paisaje, o lanzarte a explorar los senderos interminables que bordean sus orillas.

Opté por esta última alternativa y caminé unos 20 kilómetros de ida siguiendo la costa oeste, la mas atractiva para recorrer. El recorrido me llevó a subir una colina desde donde tuve algunas de las mejores vistas de mi paso por Khatgal: un contraste perfecto entre el bosque y las aguas azul profundo del lago. El sendero se extiende mucho más allá, pero dar la vuelta completa llevaría varios días de caminata, así que decidí regresar después de esa experiencia.

Si en cambio estás dispuesto a pagar por actividades, la oferta en el Lago Khovsgol se amplía bastante. Una de las más populares son los paseos en barco que recorren distintos sectores del lago, una buena forma de dimensionar su tamaño y ver el paisaje desde otra perspectiva.

También están las cabalgatas, que pueden durar desde unas pocas horas hasta expediciones de varios días, adentrándose en bosques, montañas y campamentos remotos. Muchas de estas salidas largas incluyen la visita a comunidades nómadas que conviven con renos, una experiencia muy buscada por quienes viajan hasta esta región.
Etnia Tsaatan, la gente de los renos
Una de las particularidades más únicas del norte de Mongolia es la presencia de etnias que crían y conviven con renos en su vida cotidiana. Son pueblos con tradiciones ancestrales que dependen de estos animales no solo como medio de transporte, sino también como parte de su identidad cultural y espiritual.
Llegar a ellos por cuenta propia no es posible: suelen estar en áreas remotas y de acceso muy difícil, además de que son los tours o guías quienes coordinan las visitas y les entregan dinero a cambio de permitir la interacción con los turistas. Esto asegura que la experiencia sea posible, aunque también marca una clara diferencia con la exploración independiente del lago.


Dónde alojarse en el Lago Khovsgol
Khatgal es un pueblo pequeño ubicado en la punta sur del Lago Khovsgol y suele ser el lugar más práctico para hacer base. Casi cualquier alojamiento queda a una distancia relativamente cercana de la orilla, lo que permite llegar caminando a los muelles o comenzar algunos de los senderos que bordean el lago. Su tamaño compacto lo hace muy cómodo para moverse a pie, sin necesidad de transporte adicional.
La mayoría de los viajeros se queda en gers (yurtas tradicionales) alrededor del lago, que funcionan como campamentos turísticos administrados por familias locales. Es una de las mejores formas de conectar con la vida nómada y, al mismo tiempo, disfrutar de un alojamiento sencillo pero auténtico.

También hay muchos hostales y guesthouses en Khatgal, ideales para mochileros, que ofrecen tanto habitaciones estándar como gers en su propio jardín, lo que te da la posibilidad de elegir la experiencia que más te atraiga. Además, varios de estos lugares funcionan también como restaurante, lo que facilita bastante la estadía.
Un buen ejemplo es Energy Guest House, donde me alojé. Allí podés comer y al mismo tiempo quedarte a dormir en la modalidad que prefieras.
Pasar al menos dos noches es lo recomendable, ya que el entorno invita a quedarse y vivirlo con calma.
¿Cuál es la mejor época para visitar el Lago Khovsgol?
La mejor época para visitar el Lago Khovsgol es durante el verano, entre junio y septiembre, cuando las temperaturas son agradables y el entorno luce en su máximo esplendor. En estos meses, los días son largos, el clima es más estable y los bosques y praderas que rodean el lago se tiñen de un verde intenso. Además, es la temporada ideal para realizar actividades al aire libre como senderismo, paseos en bote o cabalgatas.

Fuera de estos meses, el panorama cambia drásticamente. El invierno en esta región es muy duro: las temperaturas descienden a decenas de grados bajo cero y el lago se congela por completo, convirtiéndose en una carretera natural que los locales usan para desplazarse. Si bien visitar en invierno puede ser una experiencia única, especialmente durante el Festival del Hielo en marzo, no es un viaje sencillo para la mayoría de los viajeros, ya que las condiciones climáticas extremas lo hacen desafiante.
Por eso, a menos que tengas un interés particular en el invierno mongol, lo recomendable es planificar tu visita en verano, cuando el acceso es más sencillo y podrás disfrutar plenamente de los paisajes y actividades.
Cuántos días estar en el Lago Khovsgol
Para aprovechar el Lago Khovsgol no hace falta demasiado tiempo, aunque depende del tipo de viaje que busques. Yo estuve 4 días, tomándomelo con calma, disfrutando del paisaje y caminando por los senderos sin prisa. Pero con 2 días se puede tener una buena impresión del lago y sus alrededores, sobre todo si tu plan es solo recorrer y relajarte. Sin embargo, tené en cuenta que llegar hasta aquí implica un viaje largo desde Ulan Bator, por lo que para una estancia muy corta podría sentirse un poco apresurado.
Cómo volver a Ulan Bator desde Khatgal y el Lago Khovsgol
Para volver a Ulán Bator, la opción más común es volver primero a Moron y desde allí tomar un bus hacia la capital. Sin embargo, dos veces por semana salen buses directos desde Khatgal, aproximadamente a las 7:30 a.m., que hacen una parada en Moron antes de continuar hacia la capital.
Si querés ver los días exactos o comprar los tickets, lo mejor es consultar en tu hostal en Khatgal o usar la aplicación oficial de transporte de Mongolia, ya que estos buses no suelen estar disponibles en TapaTrip
Reflexiones finales: ¿Vale la pena visitar el Lago Khovsgol?
La verdad es que mi visita al Lago Khovsgol me dejó sensaciones encontradas. Por un lado, los alrededores son realmente hermosos: un paisaje verde cubierto de bosques que se asemeja al del Lago Baikal en Rusia, ya que ambos forman parte de la misma región geográfica.
Lo que más disfruté fue perderme caminando bordeando la orilla, alejándome del pueblo hasta sentir que estaba completamente solo, con la excepción de algún campamento al que se accede en auto. Esa soledad en silencio, juntos con esos paisajes tan verdes fueron, sin dudas, lo mejor del viaje al Lago Khovsgol.

Pero, por otro lado, siento que si uno no se anima a hacer algunas de las actividades que mencioné antes, ya sea un paseo en barco, una cabalgata o la visita a las comunidades de los renos, la experiencia puede quedarse un poco corta. Sobretodo porque llegar hasta aquí desde Ulán Bator lleva bastante tiempo y esfuerzo, por lo que venir solo a relajarse frente al lago quizás no justifique el trayecto.
En mi opinión, vale la pena si se viaja con la mente abierta a sumar alguna actividad extra, más allá de simplemente contemplar el lago.