Hoy viajamos al norte de Vietnam para conocer un lugar sacado de mis sueños, Sapa y sus paisajes de arrozales.
Fueron 3 intensos días que visité Sapa hace algunos años ya, y desde entonces no dejo de recordar esos valles con los campos de arroz en todas partes.
Acompáñenme en esta travesía por Sapa.
Indice de contenido
Como llegar a Sapa
A Sapa se puede llegar desde distintas ciudades de Vietnam, como Hanoi, Lao Cai, Dien Bien Phu por ejemplo.
Como llegar a SAPA desde Laos
Yo me encontraba en el norte de Laos cuando tenia que ir hacia Sapa, por lo que tuve que hacer una larga travesía hasta llegar a destino.
Primero tuve que tomar un bus de 6 horas desde el pueblo fronterizo Muang Khua en Laos hasta la ciudad de Dien Bien Phu en Vietnam. En el medio hay que pasar por la frontera, donde chequean la visa que tuvimos que haber sacado previamente para no llevarnos sorpresas.
Ni bien llego a la terminal de Dien Bien Phu, me dedico a buscar buses con dirección a Sapa. Encontré 3 sleeping bus (como les llaman a los buses cama) disponibles ese día para tomar, uno a las 6:30 am, otro a las 17:30 y el último (el que tomé) a las 18:30. El valor rondaba los 260.000 dong, y el viaje tendría una duración de 12 hs. aproximadamente.
A los buses los llenan mal, se nota que están los boletos con asientos/cama reservados y luego están los locales que viajan en donde sea, todos amontonados y apretujados en el pasillo. En la mayoría de los países, esta práctica estaría prohibido por cuestiones de seguridad, pero aquí es moneda corriente.
Lo llenaron tanto que terminaron 3 chicos vietnamitas tirados en el pasillo apoyados sobre mis piernas, todos totalmente incómodos pero con su mejor sonrisa. Les presté mi mochila para que la usaran de almohada aunque sea, pero no hizo que el viaje sea cómodo, ni para ellos, ni para mi que los tenia encima prácticamente.
Como llegar a SAPA desde Hanoi
Desde Hanoi pueden tomar un bus que los lleva directamente a Sapa (tras unas cuantas horas) o también pueden tomar un tren hasta la ciudad de Lao Cai, y luego desde allí tomar un bus hasta Sapa.
Llegando a a la ciudad
Cuando baje del bus del terror a las 6 de la mañana, el frió me golpeo sin pensarlo. Estaba aún oscuro, con neblina y la verdad no tenia idea de donde estaba ni adonde ir.
Por suerte la dueña de un hostel estaba en la parada buscando huéspedes, así que sin dudarlo le dije que si y la acompañé hasta su hospedaje.
El lugar se llamaba Hotel Honey Moon y estaba solo a unas cuadras de nuestra posición. El hostal es atendido por toda su simpática familia y tenía un precio bastante accesible.
Que hacer en Sapa
Luego de descansar unas horas, el panorama ya era distinto. De día, con un poco más de calor y sin neblina, era el momento ideal para salir a explorar esta nueva ciudad.
Primer día
Lo primero que llamó mi atención de Sapa, fue lo pintoresco que era la ciudad. Sus casas y edificios con balcones y fachada coloridos al estilo francés, hacen que sea muy agradable caminarla.
Si bien es una ciudad chica, se nota que está creciendo a pasos acelerados. Se ven varias obras en construcción en las cercanías del centro. Seguramente en unos años la pequeña Sapa dará lugar a una cuidad más poblada.
Lago de Sapa
En el corazón de la ciudad veremos el hermoso lago de Sapa, con flores y plantas alrededor para darle vida y color. Además desde cualquier angulo también veremos las edificaciones coloniales complementando las vistas del lago y las montañas de fondo. Todo termina siendo muy lindo para pasear por aquí.
Ham Rong Mountain
Es un gran parque que hay en la ciudad, donde está la antena de radio. La entrada está a unas pocas cuadras del lago y tenia un costo de 70.000 dong hace unos años. Totalmente recomendable de visitar y de subir hasta los miradores superiores.
En el interior van a ver jardines muy bien cuidados, formaciones rocosas llamativas, juegos para niños. A medida que van subiendo, van a tener vistas muy lindas de la ciudad de Sapa y de los jardines que pasamos al principio.
Trekking hacia la Villa Cat Cat
Caminando a través de la ciudad, con dirección al sur, nos toparemos con un ejercito de mujeres de las diferentes etnias típicas de esta región, las hay de distintas villas, las Hmong, las Dao y los Tay. Están a la caza de cualquier turista que se atreva a pasar cerca de ellas para venderte lo que sea, desde pulseras, comida hasta excursiones de 1, 2 o más días.
Estas mujeres comienzan siendo muy simpáticas al principio, pero cuando ya les dices que no una y otra vez, multiplicado por la cantidad de veces que te las cruzas, ya pasa de ser algo simpático a ser una situación bastante densa.
En fin, una vez crucemos ese enjambre de mujeres voraces, comienza lo mejor de Sapa…sus increíbles paisajes.
Saliendo de la ciudad, los edificios dan lugar a un valle enorme compuesto por decenas de arrozales desparramados a lo largo de todas las montañas. Es un lugar de ensueño sinceramente.
Al estar a mas de 1.500 metros de altura, se pueden ver nubes que entran y salen del valle, dándole otro condimento a estas maravillosas vistas.
Van a tener unas panorámicas majestuosas que no se van a cansar de verlas. Si el clima les acompaña, van a poder contemplar kilómetros de arrozales sobre las montañas.
Sin dejar de observar el horizonte, camino por la ruta en bajada hacia una de las villas más conocidas de por aquí, Cat Cat.
Para ingresar a la villa los turistas suelen tener que pagar una entrada de 40.000 dong (esto hace unos años). Nuevamente vamos a encontrar a mujeres de las etnias de aquí ofreciendo sus servicios de guías o sus hogares para pasar la noche.
Quizás pueda ser una linda experiencia, otros viajeros con los que hablé me lo han dicho, pero a mi gusto todo parecía muy preparado y no le veía demasiada autenticidad a la experiencia en si. Si mal no recuerdo estaban cobrando entre 10 a 20 dolares por 2 días de trekking con una noche y comidas incluidas en una de sus casas.
La realidad es que uno puede caminar libremente por donde quiera, quizás con ellas tengan la oportunidad de conocer otros lugares no tan a la vista, pero digamos que no es algo indispensable. Así es que con mi mejor cara de poker, sigo recorriendo la villa que estaba muy linda.
Cuando terminamos de recorrer Cat Cat y sus alrededores, si ya es tarde, solo queda volver sobre nuestros pasos para regresar a la ciudad. Esta parte no es tan agradable porque la subida es constante y a veces intensa.
Segundo día
Alquilar moto en Sapa
Sapa y sus alrededores es ideal para recorrer en una motocicleta. Hay puntos de interés a distancias largas para ir caminando, por lo que es una tentación aprovechar los excelentes precios para alquilar una moto por el día. Hace unos años costaba unos 100.000 dong más el llenado del tanque que eran otros 90.000 dong.
Hoy es el turno de recorrer la ladera norte de Sapa, con dirección a la villa Ta Phin.
La ruta está en un estado decente en general, aunque agrietada en algunas partes. Mucho cuidado porque es ruta de montaña, es decir que hay curvas constantemente bordeando la montaña. Hay que tener mucha atención porque es fácil distraernos con las increíbles vistas. Una mala maniobra y podemos terminar yéndonos al precipicio.
Si bien no suele haber tráfico, se van a encontrar manejando durante kilómetros en soledad, lo que si van a ver son camiones de transporte de una u otra mano. Por eso repito, MUCHO CUIDADO, sobre todo en las curvas.
Las vistas camino a Ta Phin son lo mejor. Nuevamente las panorámicas que tenemos son mágicas. Está bueno parar de vez en cuando para admirar el paisaje tranquilamente.
Para ingresar a la villa, así como en Cat Cat, hay que pagar una entrada de 20.000 dong (hace unos años). No tiene el movimiento de personas que tiene la otra villa, y hasta me pareció un poco más abandonada. Se ve que al estar mas lejos de la ciudad de Sapa, muchos visitantes no llegan hasta aquí.
Visitando la cueva de Ta Phin (Ta Phin Cave)
Lo que si tiene, y es muy interesante, es una gran cueva para adentrarse y recorrer. En la entrada hay unos chicos que se ofrecen a guiarte con linternas a cambio de unas monedas claro, pero en mi caso quería probar hasta donde podía llegar solo.
El camino comienza tranquilo, con una pasarela y unas tenues luces colocadas en las paredes para iluminarnos. Pero a medida que nos adentramos, ya no hay camino armado y ninguna luz artificial.
Nota: no saque fotos en el interior pero agrego algunas imágenes de la web para poder visualizar lo que les estoy contando.
Para seguir tenés que meterte por recovecos, pasillos angostos, agachar la cabeza y todo sin otra luz que la linterna que lleves.
Como referencia, para saber que vamos por buen camino, hay unos números secuenciales pintados con tiza blanca, ayudan, pero luego de un rato ya no los vi mas.
Pasaban los minutos, y cada vez me adentraba aun más. Al rato ya estaba pensando en como volver, porque di tantas vueltas que tenia miedo de no acordarme el camino inverso, ahí es todo como un laberinto pero oscuras.
Decidí parar cuando llegué a una gran sala en el corazón de la caverna. Era grande, espaciosa y distinta a todo el camino estrecho que venia atravesando.
Usando mi pequeña linternita (que no sabia cuanta pila les quedaba :D), vislumbré cuan grande era. Era escalofriante estar allí solo, en esa gran sala totalmente a oscuras y sin estar seguro del camino de regreso.
Me sudaba todo el cuerpo, y no de cansancio precisamente. Me dije para tranquilizarme…“bueno, tranquilo, los pequeños de afuera saben que un pibe entró y nunca salió..” jaja.
Traté de volver lentamente sobre mis pasos, pero sinceramente era un maldito laberinto y tan oscuro que no estaba seguro por donde vine.
Ya estaba entrando medio en desesperación y recriminándome por haber entrado ahí solo, hasta que escucho unos ruidos y murmullos a la distancia (no eran de murciélagos por suerte…jeje).
Me vuelve la vida al cuerpo cuando veo luces acercándose y escucho a niños jugando entre ellos. “VAMOOOOO” me dije.
A los chicos les hablaba pero no me entendían nada, solo me reía de la alegría y ellos también (seguro de mi cara de pánico). Se apiadaron de mi y me ayudaron a encontrar el camino de vuelta. Me acompañaron durante todo el camino de regreso, tenían mas linternas y se movían por la cueva como si fuese el patio de sus casas, se la conocían de memoria.
¡AL FIN SALÍ DE ESA CAVERNA!
Habrán sido 2 horas que pasé en el interior de la cueva dando vueltas, pero a mi me pareció una eternidad.
Todo transpirado y respirando aire fresco para recomponerme, les agradecí a los chicos de todas las formas posibles. Nunca me iba a olvidar de ellos, y es al día de hoy que los tengo muy presente.
Paso Tram Ton
Ya recuperado y comido, era momento de seguir. Me despido de todos los niños y sigo mi ruta, esta vez con destino a el paso de Tram Ton, a 15 km de Sapa.
De camino al mirador, pueden hacer una parada en las Thac Bac (Silver Waterfall) que están sobre la ruta, a 12 km de Sapa. Pueden verlas de lejos o pagar una entrada de 10.000 dong para estar bien cerca.
El paso Tram Ton es conocido por ser el paso de montaña mas alto del país (1.900 mts) y limite entre dos provincias de Vietnam, Lao Cai y Lai Chau. Los miradores aquí también tienen vistas fantásticas, hay puestos de recuerdos e incluso se puede ver el pico mas alto de Vietnam e Indochina con 3.142 mts, el Fansipan.
Fue una jornada larga, emocionante y extenuante al mismo tiempo. Ya estaba haciendo frió para seguir dando vueltas, así que vuelvo a la ciudad para comer y dormir al fin, basta para mi por hoy.
Tercer día
Trekking por la montaña Sa Seng.
Era mi último día en la ciudad, y no quería irme de Sapa sin hacer un trekking que mencionaban en el blog Nomad-As en la parte norte de la ciudad.
Si uno camina para el norte de la ciudad, con dirección a Lao Cai, podremos encontrar a un kilómetro del centro (justo donde está la puerta de la cuidad en la carretera) un pequeño camino pedestre de la mano derecha. Estuve buen rato tratando de encontrarlo porque no hay un cartel ni nada, pero preguntando un poco, podremos dar con el.
Una vez que lo encuentren, y empiecen a adentrarse, el sendero es claro. En un principio, a medida que subimos, veremos casas rurales con sus vecinos viviendo allí, pero mientras más nos alejamos de la ruta principal, menos gente encontraremos.
El sendero nos va guiando solo, bordeando la montaña Sa Seng. Es un lindo recorrido, para nada turístico, que atraviesa algunos poblados rurales.
Quizás haya sido el día feo o el desconocimiento de esta ruta, pero no vi prácticamente a nadie caminar por este sendero. Solo una vez me crucé a un grupo de extranjeros guiados por una de las mujeres de las etnias. Debe ser una de las excursiones que venden con tanto ímpetu. Por lo menos al verlos, me quedé tranquilo que estaba por buen camino.
Las vistas no son tan impactantes como la de los otros días. No vamos a encontrar paisajes con arrozales de este lado, pero si muchas casas de campo, con sus dueños trabajando o arreando sus animales. Está bueno para salir de los circuitos tradicionales de Sapa y estar más tranquilos sin tanto movimiento como en Cat Cat.
Después de unas 3 – 5 horas de subir y bajar, salgo a una ruta asfaltada pero desolada en medio de la montaña. Resulta que estaba como a 6 km al norte de la ciudad y no hay ningún medio de transporte para volver.
Pero lo que si hay, son locales o turistas en motos que están yendo o viniendo. Por suerte, mientras caminaba de regreso cantando bajito, pasaron dos norteamericanos, padre e hijo, con sus motos que iban para el mismo lado. De muy buena onda, me llevaron y me dejaron en la puerta de mi hotel en cuestión de minutos. ¡GRACIAS!
Despedida de Sapa y viaje a Hanoi
Ya en la ciudad, tenia que prepararme para irme esa noche a la capital de Vietnam, Hanoi.
El ticket para un sleeping bus costó 300.000 dong con la empresa Camel Travel (esto hace unos años). En cambio si quieren ir en tren, primero deben tomarse un bus hasta Lao Cai (30.000 dong), y desde allí tomar el tren hacia Hanoi (“soft bed” salí 600.000 aprox, y el “hard bed” 500.000 aprox).
Si el viaje de ida a Sapa me había parecido muy incomodo, este me pareció peor aún. Tardamos como 18 horas en llegar a Hanoi (cuando deberían haber sido muchísimas menos) porque el bus estuvo parado como 5 horas en la medianoche sobre la ruta.
Según me comentaron después, el parate es algo habitual que hacen, y se debe a que por la noche, hay agua hielo en la ruta que obliga a los buses y camiones frenar por precaución. Si esto es verdad o no, desconozco.
Además, sumado al interminable viaje, el baño estaba roto, así que fueron 18 horas donde todos nos estábamos asfixiando con el olor a orina del resto, conclusión, una verdadera porquería jaja.
En otro articulo les hablaré sobre que hacer en Hanoi, la capital comunista de Vietnam.
Cual es la mejor época para visitar Sapa
La mejor época para viajar a Sapa en Vietnam es de enero hasta mayo y de septiembre hasta diciembre, donde van a encontrar un clima agradable o cálido y moderadas precipitaciones.
La temperatura máxima promedio en Sapa es 30° centigrados en abril y de 20° en enero.
Sensaciones finales de Sapa
Para los amantes del trekking y los paisajes montañosos, Sapa es sin duda una parada obligatoria. Y aunque no hagas senderismo, igual vale la pena.
Las vistas que hay del valle con sus bosques y campos de arrozales, son idénticas a aquellas que vemos en los protectores de pantallas de las computadoras. No creo que puedan volver a ver paisajes así en el resto de Vietnam.
Recomiendo estar al menos 3 días enteros para visitar Sapa y sus alrededores, ya que no es un viaje corto para ir y volver en 2 días. Es mucho viaje y puede terminar siendo muy agotador.
Y si dudan porque caminar horas y horas no es lo tuyo, pueden alquilar una moto. Si no estás seguro de andar en moto, pueden contratar un taxi o alguna excursión para ver los puntos mas lejanos, pero en verdad no dejen de conocer Sapa si están por el norte de Vietnam, no se arrepentirán.
Hasta aquí hemos llegado con esta guía relato de Sapa. Si tienen algún comentario no duden en escribir más abajo, y si quieren ver más imágenes de Vietnam, pueden verlas desde este enlace.
¡Hasta la próxima!
